CHETUMAL, MX.- No hay obras significativas ni de mayor importancia en la administración de Roberto Borge Angulo, reconoció el titular de la Secretaria de Infraestructura y Transporte (Sintra) Fernando Escamilla Carrillo. Al comparecer ante diputados de la XV Legislatura para ampliar la glosa del V Informe del gobernador saliente, el funcionario enlistó varias obras como propias, cuando en realidad se trataban de infraestructura de la iniciativa privada u obra federal.
Por ejemplo, se quiso colgar la medalla de las ampliaciones de los aeropuertos de Chetumal y de Cancún, este último con inversión privada de Asur.
También contabilizó como propios los domos deportivos, que costaron el doble de presupuesto de otros estados del país, y evadió hablar sobre el llamado Auditorio del Bienestar, que Roberto Borge maneja como la obra icono de su administración. Aunque por insistencia de los legisladores, respondió, titubeante, que la obra “cumple con los estándares de calidad”.
Con una sonrisa nerviosa por los cuestionamientos, Escamilla Carrillo aseguró que se han acumulado 4 mil 960 millones de pesos en inversión, “más del 40 por ciento en el sur del estado”. Y retomó la lista de acciones, señalando los “invisibles” logros en la remodelación de la avenida de los héroes, en Chetumal, carreteras de acceso a comunidades, y modernización de tramos de carreteras federales y caminos estatales.
Según sus cuentas, con toda esta inversión se ha “beneficiado” a los constructores locales, por que el 80 por ciento de las obras y los millonarios recursos fueron ejecutados por empresarios de cada zona de la entidad.
De ahí saltó al espinoso tema del transporte y se deslindó reconociendo que las autoridades salientes y el propio gobernador Roberto Borge solaparon el monopolio de los 17 sindicatos de taxistas que existen en el estado, y nunca sancionaron los abusos y hasta delitos que cometieron por ser aliados electorales del sistema.
Dijo que en la administración saliente dejó de aplicarse la ley, para evitar que los ruleteros cometieran delitos, al actuar como autoridad para detener vehículos que le significan competencia, como el caso de Uber o de otras opciones de transportes turísticos, o hasta pleitos entre los mismo sindicatos de taxistas, cuando invaden sus territorios.
Definitivamente y como acertadamente se dice, es un monopolio y como consecuencia de esta situación, debe tratarse con muchas llamadas de atenciones, suspensiones temporales, y se tendrá que valorar de ahora en adelante el retiro de concesiones, porque es la única forma de dejar en claro que existe una autoridad y no pueden tomar el derecho y aplicar la ley por mano propia”.
Escamilla Carrillo señaló que se les permitió de esa manera no solo abusar de su fuerza numérica, sino violentar los derechos de particulares, y hasta afectar en un sin número de casos la imagen de los destinos turísticos, al afectar a visitantes de corte internacional.
Todos los abusos que los taxistas han cometido, se explican en que son aliados electorales de las autoridades priistas salientes, quienes tampoco ejercieron ningún tipo de sanción, resumió el funcionario.
En la comparecencia, Escamilla Carrillo habló sobre las obra públicas realizadas y aseguró que el acumulado de cinco años y medio rebasa los 4 mil 900 millones de pesos ejercidos en acciones como domos deportivos, calles y avenidas, o bacheo, pero no pudo precisar ni proporcionar alguna lista de cuántos y en dónde se encuentra cada obra. (Fuente: Luces del Siglo)
