Los consentidos, ¿seguirán siendo consentidos? | Por Ángel Solís

Pese a que la llegada al poder de Carlos Joaquín González en Quintana Roo demostró que los medios impresos en el estado ya no funcionan como instrumento político y su influencia como herramientas de comunicación y difusión masiva se está diluyendo mientras las redes sociales se empoderan, alguien con oscuros intereses parece interesado en venderle espejitos al mandatario del llamado “gobierno del cambio”.

Los periódicos en el estado, desde mucho antes de las pasadas campañas políticas antepusieron sus convenios millonarios con la administración borgista a la ética periodística y los pactos para difundir las campañas de manera equitativa. Carlos Joaquín fue atacado con rudeza, o en el menor de los casos vetado en esos diarios, que para decirlo abiertamente, nunca les interesó el proyecto político joaquinista.

Los dueños de los medios tenían prohibido a sus reporteros cubrir cualquier evento del entonces candidato de la alianza PAN-PRD. Esos mismos, hoy buscan cobijo y mantener sus privilegios logrados a través de las alianzas oscuras con los gobiernos priistas, contribuyendo a la situación de crisis económica que atraviesa el estado.

Para quienes no lo saben no solo son los millones de pesos al mes por concepto de convenio publicitario con el gobierno lo que reciben estos mercaderes de la información, sino que también cuentan con cuotas políticas y administrativas dentro del aparato gubernamental, y la mayoría ponen a funcionar otros “negocitos” para ser proveedores del gobierno.

De esas cantidades millonarias que reciben al mes, a los reporteros en la mayoría de los casos no les pagan un sueldo justo y casi nunca les ofrecen las prestaciones de ley. Para colmo, los atrasos en sus exiguos salarios son el pan nuestro de cada día.

Es claro que una persona ajena al equipo del gobernador entrante está a cargo de la negociación con los dueños de los medios y uno que otro periodista oficial defenestrado por la opinión pública. Es claro que esta persona sigue creyendo, o le quiere vender el cuento al joaquinismo de la supuesta importancia de los medios impresos.

De los periódicos que circulan en el estado, solamente uno por su bajo precio y contenido entre amarillo y rojo tiene aceptación entre la gente; los demás se encuentran desprestigiados y con muy pocas posibilidades de resurgir por la pérdida de credibilidad que sufrieron en el pasado proceso. Muchos de esos diarios ya solo sirven para madurar aguacates.

Es lamentable que Carlos Joaquín se preste a rendirle pleitesía a un grupo de empresarios que le dieron la espalda, que por muchos años le han mentido a la gente y bajado millones de pesos al gobierno, y es imperdonable que se hable de un gobierno del cambio o diferente, y que en un evento para los representantes de los medios tengas una mesa reservada para los dueños de medios consentidos de siempre, y a los demás, a los reporteros que hacen la talacha, se les dé trato de sirvientes.

Cuidado: El meter a un gobernante en una esfera de cristal polarizada, al final tiene sus consecuencias, si cuentan con alguna duda, pregúntenle a Beto Borge.