Carlos Joaquín tiene sendos boquetes en materia de política interior que no son cosa menor.
Y es en la Secretaría de Gobierno y en el área de comunicación social, que simplemente no funciona.
El secretario de Gobierno, Francisco López Mena, no logra asumir todos los hilos del gobierno interior y prácticamente cada área está a su buen entender y con la posibilidad de degenerarse en una especie de coto de poder.
Pero, lo peor, parecería que tres meses de transición fue tiempo perdido, pues la desorganización es inminente y la improvisación es la que manda.
El principal mérito de López Mena es su supuesta cercanía con Felipe Calderón. De hecho, algunos lo veían como una especie de Fernando Gómez Mont, pero esta comparación resulta demasiado benévola para el ex notario.
Y en el área de comunicación, sí que están hechos bolas. Tras el papelón en la toma de protesta, ahora no se ve una estrategia -ni en los medios tradicionales ni en las nuevas tecnologías- ante la creciente inconformidad por los traspiés en el inicio de gobierno.
Pero, además, las señales siguen siendo confusas, al mantener aún el proyecto ‘Enfoque’ en el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social. Se sabe que es inminente una reestructura, pero ésta debió arrancar con el nuevo gobierno.
La Secretaría de Gobierno y el área de comunicación social son claves en la gobernabilidad y Carlos Joaquín no se puede dar el lujo de tener un mal inicio en temas tan delicados como la política interior y la vinculación con los ciudadanos.