CANCÚN, MX.- Apenas pasaron unas horas desde que el diario Quequi diera a conocer que Juvenal Reyes Marrufo, director de Tránsito de Benito Juárez, encañonó con su arma al director de Turismo, Frank López Reyes, cuando llegó su cese fulminante de la Corporación, señal de que esta clase de excesos no serán tolerados por el actual gobierno municipal.
De forma interina, quedó Rodrigo Alcazar a cargo de la Dirección de Tránsito, en reemplazo del rijoso ex uniformado.
Fue el pasado 9 de septiembre cuando ocurrió el alarmante incidente, que ayer le costó el puesto a Juvenal Reyes. Varios funcionarios, empresarios y amigos, despedían al gobierno municipal de Paul Carrillo de Cáceres con un festejo en un salón de fiestas en la avenida Huayacán.
Varias horas después y ya visiblemente ebrio, el director de Tránsito comenzó a discutir con Frank López Reyes, quien optó por retirarse del evento, en compañía de un amigo notario público. Sin embargo, Juvenal Reyes lo persiguió en su vehículo y le dio alcance en el kilómetro cero de Cancún, donde le cerró el paso, descendió del vehículo y encañonó con su pistola para así insultarlo y amenazarlo.
Este reprobable hecho en contra del hijo del secretario de Gobierno, Francisco López Mena, fue atestiguado por varios altos funcionarios y mandos policiacos, pero no había trascendido a la opinión pública, hasta que Quequi lo diera a conocer en su edición de ayer.
La noticia cayó como bomba, en especial porque este funcionario, que asumió la Dirección de Tránsito hace unos meses, acababa de ser ratificado en el cargo por la nueva administración municipal. Incluso, se intentó coartar la libertad de expresión, al retirar grupos de elementos policiacos ejemplares de este periódico de sus puntos de venta en Cancún.
Sin embargo, no se pudo acallar la verdad y ya para el mediodía ya eran varias voces las que exigían la salida del jefe policiaco.
Carlos Montalbán, dirigente estatal del PRD, señaló que el actuar de Juvenal Reyes era grave, por lo que contraloría debiera investigar este altercado, pues no podía quedar impune.
Remberto Estrada Barba, presidente municipal, señaló con mesura pero firmeza que, aunque desconocía de fondo esta situación, no permitirá a ningún funcionario de su administración conducirse de forma irregular, pues lo que se busca es trabajar der forma honesta, transparente y dando resultados.
Fuentes al interior del Ayuntamiento señalan que de inmediato comenzaron las pesquisas que confirmaron lo sucedido, por lo que, casi en automático, Juvenal Reyes fue cesado de su cargo.
Cabe destacar que, pese a todos los testimonios que afirmaban lo sucedido, Reyes Marrufo insistió durante la mañana que él no había amenazado de muerte al director de Turismo, pues dijo que los unía una “amistad de muchos años atrás” y que incluso tenían proyectos de trabajo en común.
Horas más tarde, sería expulsado de la Corporación, designándose en su lugar como encargado de despacho a Rodrigo Alcazar.
Antes de su regreso a la administración municipal, a través de la Dirección de Tránsito, Juvenal Reyes fue director del Centro de Retención Municipal (el llamado “Torito”), del que fue destituido en medio de acusaciones de corrupción y de abuso contra los detenidos. Previamente fue director de la Cárcel de Cancún, en el trienio de Gregorio Sánchez Martínez. (Fuente: diario Quequi)