Remberto Estrada no puede insistir en tapar el sol con un dedo.
Paul Carrillo dejó a Cancún sostenido con alfileres, pero ‘Remby’ insiste en el ‘pasanadismo’.
Uno de los grandes pendientes que dejó Paul es la inseguridad y ahora a ‘Remby’ prácticamente le está estallando en las manos el desbordamiento de la delincuencia en la ciudad.
Paul, a través de la estructura mediática, manejada a control remoto desde la Unidad del Vocero, de Chetumal, hizo suponer que las cosas caminaban en Cancún, pero en realidad, los problemas no se resolvían, entre ellos, el de la inseguridad.
Al desastre que dejó Paul, no se le ve una luz al final del túnel ante la improvisación de ‘Remby’, los compromisos políticos de sus patrocinadores y los intereses creados de la alianza ‘gobernante’ de Benito Juárez.
Y la realidad que dejó Paul, no se resuelve con despensas ni ‘brigadas verdes’.