CHETUMAL, MX.- Un año después de que el ex gobernador Roberto Borge se sacara de la manga la carta del ‘quintanarroísmo’ para descalificar las aspiraciones políticas de Carlos Joaquín para disputar la candidatura priista a la gubernatura, este sábado, el mismo Carlos Joaquín redefinió esta palabra y la usó la para arremeter contra sus antecesores.

En septiembre del 2015, en el último informe de Gobierno que Borge dio en el Congreso de Quintana Roo, que fue el cuarto porque al quinto ya no se presentó, Beto hizo una trasnochada defensa de lo que él consideraba significaba ser ‘quintanarroísta’.

“Entre el quintanarroísmo no tienen cabida los aventureros de la política que dividen o destruyen”, había dicho Roberto Borge en septiembre del año pasado, lo que se interpretó como un veto para Carlos Joaquín.

Pero en un año, el mundo ya dio una vuelta y Carlos Joaquín se convirtió en el octavo Gobernador constitucional de Quintana Roo, no por el PRI, sino por una alianza PAN-PRD-

Y Roberto Borge, quien enarboló la bandera del ‘quintanarroísmo’ a conveniencia, está convertido en vergüenza nacional.

Un año después, ni siquiera se presentó a su quinto informe de gobierno, el último, ni tuvo la entereza para acudir al Congreso a entregar el poder.

Hoy, Carlos Joaquín, en la ceremonia para celebrar el 42 aniversario de la creación del Estado de Quintana Roo, usó la misma tribuna para redefinir el quintanarroísmo y dejar en evidencia a los que se han quedado del lado equivocado de la historia.

“El verdadero quintanarroismo es aquel que transpira trabajo en la mano de cada hombre y mujer que nació y vino a este estado a ayudar a su crecimiento”, dijo el hoy Gobernador.

“Es aquel que curte su piel de sol a sol para construir una familia y darle futuro a sus hijos”, agregó.

E insistió: “El verdadero quintanarroismo está en quien forja su propio destino a partir de la esperanza de tener un mejor lugar para vivir”.

“El verdadero quintanarroismo está vivo entre nosotros en el nombre de este estado, vivo en cada  parque, vivo en cada escuela, vivo cada vez que se reivindican los derechos de la gente y cada vez que se defiende la libertad, la democracia y el espíritu republicano”.

Y por si no quedara claro, advirtió que el verdadero quintanarroísmo “no es aquel que blasfemaron su memoria, que lo saquearon  y lo avasallaron y le quitaron lo más puro que tenemos que es nuestra dignidad”.

Y en este punto, Carlos Joaquín dejó en claro que está consciente que el cambio no es fácil, pero es necesario.

“Todas las transiciones son difíciles y este punto de partida no es la excepción”, dijo. “Encontramos un estado muy castigado por la mentira y la corrupción”.

Y prosiguió en su discurso lleno de alusiones al anterior régimen: “Yo les pido que no tengamos miedo. No escuchemos a los que se han enfermado con el poder”.

“Ya empezamos a caminar en la dirección a un futuro mejor, con diálogo y trabajo”, afirmó.

“Asumamos que nunca fue fácil ser independientes y  ser libres”, sentenció.

El Gobernador llamó a todos los quintanarroenses “a construir la cultura del trabajo y el esfuerzo que nos llevará al  camino de la dignidad, el autoestima y la felicidad”.

“Los que estamos en la política tenemos que dar el ejemplo en el diálogo, la cercanía, la austeridad y la transparencia”, dijo.

Y comentó que “necesitamos que en estos meses cada uno de los gobiernos municipales se transformen en un gobierno abierto para que cada uno sepa en qué se gasta su dinero”.

Un año después, el ‘quintanarroísmo’ trasnochado de Roberto Borge, que no le veía valor a los no nacidos en Quintana Roo, quedó enterrado. (Noticaribe)

 

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