El desastre es mayúsculo, desde la irracional renta de aviones que realizó la paraestatal VIP Saesa hasta desvíos de fondos federales.
Pero el hilo de la madeja sería el Instituto de Patrimonio del Estado (IPAE), desde donde Roberto Borge, sin ton ni son, remató predios del Gobierno del estado.
Las irregulares son tan evidentes, señalan los enterados, que en cuestión de semanas ya se tendrían las primeras órdenes de aprehensión.
Aunque el asunto no se reduce a la anterior directora de ese organismo, Claudia Romanillos Villanueva, sino a un selecto circulo de ahora ex funcionarios que se despacharon con la cuchara grande y obtuvieron terrenos a precios “de deme dos para llevar”.
Mientras la principal acusación contra el veracruzano Javier Duarte es la compra displicente de ranchos, casas y departamentos, su compadre Roberto Borge vendió indiscriminadamente el patrimonio del estado.