Dos gobernadores prófugos, otros dos en capilla, cuatro estados con severos problemas de financiamiento por el irracional saqueo a que fueron sometidos; aún no es cuantificable el monto de lo desviado ni en Veracruz, Quintana Roo, Coahuila, Nuevo León, etc.

La larga lista de gobernadores que saquean y enriquecen a sus familiares y allegados de mayor confianza que normalmente son prestanombres o testaferros, es interminable si le adjuntamos casos como Humberto Moreira en Coahuila al que es más factible que lo enjuicien y procesen en España que en México.

En repetidos casos el fenómeno es el mismo; saquean las arcas de sus haciendas estatales, las participaciones federales para los municipios o los ingresos propios para destinarlos a la campaña del candidato presidencial en turno, en éstos recientes casos se trata de Enrique Peña Nieto (2012) por gobernadores en funciones del PRI. La operación es similar para los desvíos, el destino el mismo en efectivo. La operación también creaba un halo de impunidad para el gobernador con lo que podía salpicar a sus amigos y familiares para enriquecerlos sin límites.

Hasta hace pocas semanas Javier Duarte de Ochoa gobernador con licencia de Veracruz presumía públicamente que sería llamado a ocupar un puesto en el gabinete del Presidente Peña Nieto.

El caso de Veracruz es harto interesante pues muestra las redes de complicidad y apoyos que Duarte recibió para salir entre los escombros de Veracruz en escape simulado, no sin antes pedir licencia y manifestarlo en cadena nacional por el canal de las estrellas con Carlos Loret de Mola, se iba para preparar su defensa y limpiar su nombre, por eso pedía licencia. Anunciaba por la televisión que se podía fugar en las narices de todos pues cuenta con el salvo conducto de Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Osorio Chong. Y así fue. De la Procuradora mejor ni hablamos.

Eso solo puede ocurrir en México

El Gobierno de Enrique Peña actuó muy tarde, con singular pereza para atender los reclamos de los ciudadanos sobre los excesos de Javier Duarte, esos excesos llevaron a Veracruz a la quiebra total, la banca rota; se generó un perverso juego de intereses ocultos entre el Gobernador en funciones y el Gobernador Electo Miguel Ángel Yunes Linares la intención era desbarrancar el ascenso al gobierno del Panista en alianza perredista, inculparlo, involucrarlo, inhabilitarlo y llevarlo a juicio bajo el supuesto que es tan o más corrupto que Duarte de Ochoa.

La jugada se pervirtió, no hay quién supere a los desvíos y la depredación de Duarte y compañía, ni siquiera Fidel Herrera, nadie en la historia del Estado de Veracruz es tan cínico ni depredador, llegó a robar incluso participaciones para deportistas discapacitados, pensionados, en fin a todos.

El manto protector cubrió la entrega recepción, el Congreso veracruzanos llevó a gobernador interino a Flavino Ríos Alvarado, el mismo que mandó a desalojar a golpes a pensionados ancianos, el mismísimo Secretario de Gobierno de Javier Duarte.

Sin embargo siendo especialmente responsable de éste descalabro el Gobierno Federal ahora por vía del titular de Hacienda José Antonio Meade se niega a rescatar financieramente a Veracruz, minimiza el daño y la falta de los recursos; la intención es asfixiar al gobierno entrante (que tomará posesión el 1 de diciembre de 2016) atar las manos por medio de un endeudamiento, sobre el endeudamiento que existe. La presión financiera y el descalabro de la hacienda veracruzana le importan muy poco al Secretario José Antonio Meade, lo acaba de manifestar con un cinismo similar al de su jefe.

El desenlace del problema en Veracruz va para más tiempo. Es la especial forma de resolver los problemas de Enrique Peña Nieto lento, muy tarde y errático. Sus soluciones normalmente provocan más daño e indignación.

Veracruz había sido una reserva de votos para el PRI, lo fue, ya no habrán de cosechar allí. Aun deteniendo a Javier Duarte de Ochoa encarcelándolo y exhibiéndolo públicamente, mientras no se repare el daño económico, se incauten sus bienes mal habidos de él y de su familia-camarilla y se restituya a la sociedad veracruzana y a los acreedores los adeudos pendientes no se podrá pensar que se resuelva el problema. Si Duarte va a la cárcel y no se le sustraen los bienes robados no pasará nada, simplemente al fin de su proceso en uno o dos años saldrá con la propiedad de todo lo robado, igual que otros exgobernadores.

Por los ciudadanos mexicanos y veracruzanos no hay problema tenemos la memoria muy corta.

Hoy más de la mitad de los Presidentes Municipales del Estado tienen tomado el Palacio de Gobierno en Xalapa, el Secretario de Gobierno de Duarte hoy Gobernador Interino Flavino Ríos Alvarado dice que espera que el Secretario de Haciénda José Meade le facilite 11 mil millones de pesos, José Antonio Meade parece no importarle; Miguel Ángel Yunes Gobernador Electo no quiere ser parte del juego. Y Veracruz en quiebra.

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@raulcaraveo

*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX, profesor de diversas instituciones privadas y Consejero electoral del IFE-INE de Quintana Roo de 2005 a 2015, asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Conalep Quintana Roo, escribe para www.sdpnoticias.com www.tmj.mx   www.gobernantes.com   www.revistadigitalqr.com..mx www.todoincluidolarevista.com y en Chicago www.laprensaus.com

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