Que las cosas dentro del ayuntamiento de Solidaridad están que arden.

Lo de la alianza PAN-PRD ya es solo de nombre y tanto azules como amarillos ya no están tan a gusto en este matrimonio por conveniencia, que llevó a la ex priista Cristina Torres a la presidencia municipal del destino con más cuartos de hotel del Caribe mexicano.

Y es que no hay herida que pueda cerrar después del madruguete que llevo a cabo el PRD, para quitar de manera soterrada y fulminante al panista Gustavo García de la candidatura a síndico para poner a Juan Carlos Beristaín, que ahora ocupa el sitio dos del cabildo playense.

Pero las cosas no paran ahí, y ya, a más de año y medio distancia, ya hay anticipados, muy anticipados, del grupo que controla la franquicia perredista en Playa del Carmen.

Ya desde ahora, la regidora Alejandra Cárdenas, está ejerciendo presión para ser la candidata en una nueva alianza de UNE a la presidencia municipal.

Y este grupo perredista está bajo la sombra de la senadora Luz Maria Beristaín, que ha aprobado muy bien sus influencias en la Ciudad de México para imponer sus condiciones no solo a Cristina Torres, sino hasta a Carlos Joaquín.

Como van las cosas, el experimento de la alianza PAN-PRD parece que no acabará bien en Solidaridad.

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