Al nuevo gobierno no le queda de otra, y ha tenido que reestructurar la deuda de 19 mil millones de pesos, para tener margen de maniobra financiera.
De estos 19 mil 500 millones de pesos, unos 10 mil 500 corresponden a la que acumuló Félix González y los otros nueve mil millones a la que contrató Roberto Borge. En noviembre de 2014, ambas deudas se hicieron una.
Parece que no hay muchos caminos y uno de ellos es bajar los intereses y ampliar los plazos.
Pero, la mayor parte de esta deuda, no está retratada en obras y al parecer fue usada para tapar huecos de desvíos.
Con esta reestructura, el nuevo gobierno está aún más obligado a llamar a los responsables de la deuda y deslindar responsabilidades.
De lo contrario, esta reestructura, sería algo así como decir ·el de atrás paga”.