Jeff Sessions, Mike Pompeo y Michael Flynn.

En una clara señal de que su gobierno institucionalizará la xenofobia, el antisemitismo y la supremacía blanca, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nominó ayer a tres ultranacionalistas con declarados ideales racistas para ocupar cargos en áreas claves de seguridad, destacaron medios estadunidenses.

Las controversiales nominaciones son la del senador por Alabama, Jeff Sessions, un político de 69 años acusado de racista, declarado antiinmigrante y antimexicano, que ocupará el cargo de fiscal general. Sessions, según los periódicos The New York Times y The Washington Post, es uno de los principales seguidores del Ku Klux Klan, además de ser un abierto enemigo de la reforma migratoria y quien apoya la construcción del muro en la frontera con México.

Miembro del Senado desde 1996, Sessions es conocido por su oposición a la inmigración ilegal y contra los mexicanos y por apoyar la reducción de gastos.

Fue el primer senador en sumarse a la campaña de Trump y se ha convertido en un cercano asesor del magnate, quien carece de experiencia política.

Según el periódico argentino Clarín, Sessions enfrentaría resistencia, incluso de sus correligionarios republicanos. Cuando fue nominado como juez federal en 1986, surgieron denuncias de que hizo comentarios racistas cuando fue fiscal en Alabama, además de que expresó su simpatía por el Ku Klux Klan.

ESPIONAJE. Para el cargo de director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Trump designó al representante federal por Kansas, Mike Pompeo, quien apoya la política racista del mandatario electo. Es un activista que rechaza el aborto, está en contra de la regulación de los gases que provocan el efecto invernadero y ha acusado a líderes musulmanes estadunidenses de ser “potenciales cómplices con su silencio” en los atentados terroristas contra Estados Unidos, como ocurrió en la maratón de Boston.

Es, además, miembro vitalicio de la Asociación Nacional del Rifle (ANR) y miembro declarado del Tea Party. Es un férreo crítico del acuerdo que varias potencias mundiales alcanzaron con Irán para que la República Islámica limitara sus actividades nucleares.

Pompeo, de 52 años, es coautor del informe que descalificó el papel que hizo Hillary Clinton durante el ataque del 2012 en Bengasi, Libia, en el que murieron el embajador y tres estadunidenses.

Finalmente y como asesor de Seguridad Nacional, Trump eligió al ex general Michael Flynn, hombre al que considera como su mano derecha, un “Islamófobo” que participó en las guerras de Afganistán e Irak, un racista declarado y defensor de polémicas medidas de tortura —como el “submarino” o “waterboarding”— en interrogatorios a supuestos extremistas detenidos.

ISLAMÓFOBO. Flynn, de 58 años y quien considera al islam como “una ideología política” que “se disfraza de religión”, trabajará en el ala ejecutiva de la Casa Blanca y tendrá acceso directo al presidente.

Trump dijo ayer en un comunicado que Flynn “estará a mi lado en nuestra labor para derrotar al terrorismo islámico, al enfrentar desafíos geopolíticos y proteger a los estadunidenses tanto en el país como en el extranjero”.

Asimismo, es partidario de un acercamiento con Rusia y con el presidente Vladímir Putin.

Los tres nominados aceptaron sus designaciones para ocupar estos puestos clave en el gobierno de Trump, que asumirá la Casa Blanca el 20 de enero del 2017.

Tanto Sessions como Pompeo deben ser confirmados por el Senado para sus cargos; Flynn no.

Hasta ahora, Trump ha designado a Reince Priebus como su jefe de gabinete y a Stephen Bannon como jefe de estrategia y consejero presidencial. (Agencias)

Comentarios en Facebook