No basta con solo las denuncias y llevar a los tribunales a Roberto Borge y sus cómplices.

El triste episodio del ‘felixismo-borgismo’ no solo se reduce al uso ilegal del patrimonio y recursos estatales, sino que además Félix González y Roberto Borge hicieron del derroche y la frivolidad todo un proyecto de gobierno.

Frente a un inicio accidentado, al gobernador Carlos Joaquín le están haciendo falta políticas de avanzada, progresistas y, sobre todo, institucionales, como resultado de los excesos de sus dos antecesores cozumeleños.

Esta semana, el gobernador Carlos Joaquín ha presentado sendas iniciativas para transparentar el gasto publicitario y un plan de austeridad, que abarca desde renta de aviones hasta pagos a medios.

Poco a poco, Carlos Joaquín se deslinda en el fondo y en la forma, de la oncena trágica ‘felixista-borgista.

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