PUERTO MORELOS, MX.- A 100 metros de la playa del Hotel Moon Palace, sede de la décimo tercera Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (COP13), se observan en el agua diques o rompeolas montados sobre pastos marinos, que son sumideros de dióxido de carbono, hábitat de langostas y camarones, así como sitios de alimentación de tortugas.
Las estructuras de concreto en forma piramidal comenzaron a instalarse a principios de noviembre en el Área Natural Protegida Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos, donde se ubica ese complejo turístico, que nuevamente alojará una Cumbre Mundial sobre Medio Ambiente.
Del 2 al 17 de diciembre, el Moon Palace recibirá a alrededor de 10 mil delegados de 193 países en la COP13, aunque otra vez bajo acusaciones de violar leyes que ponen en riesgo los recursos naturales.
En noviembre de 2010, cuando se realizó ahí mismo la COP16 sobre Cambio Climático, hubo denuncias por la construcción de una torre eólica frente a las instalaciones de ese resort para alumbrar actividades oficiales, sin autorización de impacto ambiental y contra el programa de ordenamiento ecológico.
Además, en aquel entonces, el Moon Palace no contaba con el aval verde que otorga el gobierno de México, que es un certificado de calidad ambiental turística, al que se adhieren las empresas de manera voluntaria para saber qué tan amigables son sus operaciones con el ambiente.
Hoy, seis años después, ese resort recibió por primera vez el reconocimiento de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La entrega se hizo apenas el lunes pasado, a sólo cuatro días de que iniciara la COP13, que en esta ocasión tiene el lema: “Integrando la Biodiversidad para el Bienestar”.
“Para nosotros es importante entregar este certificado, porque ahí se va a realizar la COP13, si no, cómo podemos nosotros permitir que se desarrolle una actividad de esta naturaleza, donde no estén cumpliendo con el ambiente”, señaló Ignacio Millán, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa.
Historial
El Moon Palace tiene un negro historial de incumplimiento de las normas ambientales, a decir de organizaciones de la sociedad civil, porque desde un principio construyó su barda perimetral sobre la duna costera, lo que tiene muy erosionada su playa, y no respetó las densidades permitidas en la edificación de sus cuartos.
“El Moon Palace ha sido uno de los hoteles a los que nosotros llamamos delincuentes ambientales, porque han incumplido con la legislación vigente en todas sus formas; han talado manglar, han rellenado, y quisieron hacer un delfinario pidiendo permiso para ampliar un muellecito”, dijo Araceli Domínguez, presidenta de Grupo Ecologista del Mayab (Gema).
A pesar de que en julio de 2015 la Profepa inició un procedimiento administrativo en su contra por la operación ilegal del Dolphin Discovery Palace, al final, aseguró Domínguez, no se aplicó ninguna multa o sanción, porque “no se consumó la actividad de nado con delfines”, aunque imágenes en poder de este diario muestran lo contrario.
El subprocurador Jurídico de la Profepa, Gabriel Calvillo, confirmó que a la fecha no hay ningún procedimiento.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) presentó un recurso de revisión y una demanda de amparo contra un proyecto piloto impulsado por la propia Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para beneficiar al Moon Palace.
Se trata de la colocación de 324 estructuras de concreto frente a su playa, para formar arrecifes artificiales, pero que en realidad, dicen los activistas, científicos y abogados, tienen el objetivo de recuperar arena de mar para el resort.
Sandra Moguel, directora regional de Cemda Sureste, indicó que con estas obras se están violando las reglas del mismo Programa de Manejo del Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos.
En este caso, los rompeolas del Moon Palace afectarán más de mil metros cuadrados de pastos marinos, lo que también podría impactar en arrecifes naturales, en un proceso gradual que podría tardar meses o años.
Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, dijo que los pastos marinos y arrecifes están conectados y hay especies que se mueven en la zona.
Aunque la autorización establece que los pastizales deben ser reubicados, en una inmersión “en días pasados pudimos constatar que esto no ocurrió y el pasto marino está muerto debajo de las más de 40 estructuras que ya fueron colocadas”, dijo.
La Profepa, en tanto, informó que no tiene fecha para realizar una inspección, mientras la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas anunció que revisará la viabilidad técnica y científica del proyecto, después de que este diario solicitó una entrevista sobre el plan presentado desde octubre de 2015.
En contra
Para conseguir la autorización de la Semarnat, la Dirección Regional de la Conanp utilizó estudios que datan de 2009.
Esto es, para presuntamente impulsar el proyecto en la zona en beneficio del Moon Palace.
“Es como decir: yo tengo un permiso para construir una casa en la selva y ahora voy a hacer otra en la playa y voy a hacerlo con el mismo permiso, es ilógico y es absurdo”, criticó Rosa Rodríguez, integrante del Consejo Técnico Asesor de Puerto Morelos.
“La regla 76 prohíbe la remoción de pastos marinos, el dragado y la modificación de la línea costera, inclusive prohíbe la creación de playas artificiales”, argumentó a su vez Sandra Moguel, quien se desempeña como directora regional del Cemda Sureste. (Fuente: Excélsior)