Entre los tantos y tantos generales que tiene el nuevo gobierno, parecería que requiere otro coordinador, que contenga los excesos de algunos de los secretarios.

Si bien al gobierno del estado le urgen recursos, no era el mejor momento para un nuevo reemplacamiento, sobre todo cuado el nuevo gobierno ha carecido de capacidad de comunicación con los ciudadanos.

Pero eso no es todo, a la la titular de la Secretaría de Educación y Cultura, Marisol Alamilla Betancourt,  se le ocurre entregar uniformes a los alumnos de las escuelas públicas, cuando ya pasó una tercio del curso escolar y los alumnos desde hace mucho tienen su indumentaria escolar.

Ni el  secretario de Gobierno, Francisco López Mena, ni la coordinadora del gabinete, Rocío Moreno, ni Juan de la Luz Enríquez Kanfachi –que es de los que mandan pero sin cargo oficial- han logrado imponer un control de calidad a sus subalternos.

Y como van las cosas, más que “control de calidad”, ya se  va a requerir más de  un “control de daños”.

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