EL PAN y el PRD han colgado su hamaca al convertirse en gobierno, con la llegada de Carlos Joaquín a gobernador.
Aunque el PAN y el PRD, por separado, enfrentan situaciones diferentes.
El PRD, que dio unos 10 puntos porcentuales a Carlos Joaquín, ha encontrado su zona de confort en la anarquía. Un día su líder estatal puede ser Emiliano Ramos, el otro Carlos Montalbán y el siguiente cualquiera.
La anarquía es tal que ni siquiera tiene dirigente municipal en Benito Juarez, la ciudad más importante del estado y que gobierna el PVEM.
Mientras que el PAN, que es el partido ‘mayoritario’ en el estado, tampoco hacer valer su condición de número 1.
Tras una elección ‘tersa’ de su dirigencia estatal, el nuevo jefe del PAN-QR, Juan Carlos Pallares, sigue ‘viviendo la vida al estilo Chetumal’.
Poco o ningún señalamiento ha hecho a los ayuntamientos priístas y/o ‘verdes’. Parecería que hay una ‘tregua’ y al chetumaleño le acomoda muy bien.
Alcaldes priistas y ‘verdes’ hacen y deshacen y el PAN y el PRD siguen en la contemplación y el relax.
Si bien en el ámbito estatal son partidos en el gobierno, PAN y PRD son oposición en municipios claves, pero prefieren seguir nadando de a muertito.
Pero el detalle es que en 2018 hay elecciones