La muerte del joven conductor de ‘Uber’, Hadad Isaí Tec, es uno de los capítulos más omisos de la complicidad de la autoridad con los grupos de poder fácticos.
En el ‘viejo’ PRI, al frente de la dirección y delegaciones de la Dirección de Transporte quedaba un taxista.
Con el gobierno de la alternancia, las cosas cambiaron para quedar peor. Fue designado al frente de esta dirección de Sintra, el perredista Alejandro Ramos.
Si bien el perredista no es integrante del Sindicato de Taxistas ‘Andrés Quintana Roo’, se ha puesto al servicio de ese gremio, en condiciones aún más deplorables que sus antecesores priistas.
En la muerte de la joven hay responsabilidades.
Y el Fiscal Miguel Ángel Pech Cen debe de integrar una carpeta de investigación contundente para que paguen los culpables.