TARDE DE PÁNICO EN CANCÚN: Balaceras apagan el brillo de la ciudad y cierran comercios y plazas

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CANCÚN, MX.- Cancún entró en pánico, en psicosis.

Un día después de un sangriento ataque armado en el bar Blue Parrot de Playa del Carmen donde murieron 5 personas y 15 más resultaron heridas, la tarde de este martes se registro una balacera contra las instalaciones de la Fiscalía General del Estado en Cancún, con saldo de 4 personas muertas y varios heridos, que produjo una intensa movilización policiaca que duró horas y que generó caos entre la población, que hizo de las redes sociales un mar de desinformación a falta de datos oficiales, de datos reales sobre lo sucedido.

Como si se estuviera en la antesala de un huracán, o se estuviera en contingencia por la influenza, Cancún lució como una ciudad fantasma en el transcurso de la tarde y de la noche. La vida nocturna de centros emblemáticos que nunca duermen se vio interrumpida. Negocios cerrados, farmacias, entre otros, se vieron obligados a bajar sus cortinas antes de lo previsto en un polo turístico que vive de día y de noche.

Ante los rumores, incluido un falso toque de queda, y en algunos casos diversos distractores, efectivos del Ejército Mexicano acudieron a Plaza Malecón Las Américas, situada en la súper manzana 7, para verificar una de esas versiones de amenaza de ataque. Este complejo comercial que es uno los más visitados y concurridos de Cancún también se vio afectado, desde las 7 de la noche los locatarios cerraron sus puertas al público, incluidas grandes tiendas departamentales, el supermercado, restaurantes y cines.

Mismo efecto sufrieron Plaza Solare y la Plaza de Toros, que lucieron vacías y con las “plumas” de estacionamiento levantadas para facilitar la salida de los clientes. Bares clásicos de la ciudad como La Taberna o Los Arcos en la avenida Yaxchilán también cerraron sus puertas a las 7 de la noche. Todo un verdadero caos.

Mientras, elementos de las corporaciones policiacas instalaron retenes en diversos puntos, incluida la zona hotelera, el corazón que mueve la economía de este joven destino vacacional.

Calles y avenidas lucían sin vida, salvo por automovilistas que se dirigían a sus casas y que en algunas partes lograron hacer un tráfico singular de la “hora pico”, pero eso sí, no en todas las arterias, eran casos excepcionales. La gente desde antes ya se resguardaba en sus hogares.

En tanto, y ante el clima de nerviosismo que se podía sentir, el alcalde verde de Benito Juárez, Remberto Estrada Barba, declaró en diversos medios de comunicación que todo estaba bajo control. Se aplicaron, dijo, estrictos protocolos para controlar la situación y detener a los responsables.

Pero, en medio de ese océano de dudas sobre los hechos, el edil benitojuarense aseguró que todo operaba con normalidad. “Todo opera con normalidad, la zona hotelera está operando con normalidad”, aseveró a una estación de radio durante su espacio informativo de las 7 de las tarde.

Cancún vivió este martes 17 de enero de 2017 uno de los días más difíciles de su joven historia, en medio de enfrentamientos de la delincuencia organizada que ha hecho de esta ciudad y del estado de Quintana Roo, su lugar para hacer y deshacer a su antojo ante la inoperancia de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. (Noticaribe)

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