Parecería que el actual gobierno ya está entre la espada y la pared.

Ya van tres protestas de campesinos de tres municipios diferentes, que han recurrido a estrangular carteras para exigir pagos por las pérdidas de sus cosechas.

Tanto Félix González como Roberto Borge reprimieron a los mayas en sus respectivos gobiernos. El ahora Senador usó granaderos contra un grupo de campesinos que habían bloqueado el tramo Felipe Carrillo Puerto en demanda del pago de seguros, y en 2014, Roberto Borge arremetió contra pobladores de Felipe Carrillo Puerto que protestaban por la altas tarifas de agua potable.

La toma de carreteras que se ha presentado desde finales del año pasado y que esta semana tuvo una tercera edición, ahora en Bacalar, ha metido en una encrucijada al nuevo gobierno.

O paga para que los campesinos se vayan por su propia voluntad o los desaloja con granaderos.

Si sigue pagando parecerá un gobierno débil, al que ya le tomaron la medida y, si reprime, será como Félix y Borge.

Vaya galimatías.

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