De manera frontal, la presidenta municipal de Solidaridad, Cristina Torres, deslindó el control de daños tras el atentado al ‘Blue Parrot’.
A la alcaldesa le tocó pagar el costo político. Cambió a sus fuerzas policiacas, empezando por el director de Seguridad Pública, Luis Alfonso Pérez Maldonado, y a la directora de la Policía Turística, Dulce Yuridia Ortega Gómez. De pasó también se fue la directora de Tránsito.
No hubo excusas y mucho menos una letanía para defender lo indefendible.
Simplemente hubo un error, un error imperdonable y las renuncias eran sí o sí.
Y la Alcaldesa de Playa del Carmen actuó como debe de ser.
Lo que sigue es que la autoridad federal cumpla, claro, si hay la intención de la capital del país de atender el origen del problema.