CIUDAD DE MÉXICO.- La empresa automotriz Honda piensa reconsiderar sus operaciones en México luego de las amenazas que ha lanzado el Presidente, Donald Trump en cuanto a gravar las importaciones mexicanas, según reveló el vicepresidente ejecutivo de Honda, Seiji Kuraishi, según la agencia Reuters.
“En relación a México, si existe un aumento significativo en las tarifas sobre las importaciones de Estados Unidos, tendríamos que responder de alguna manera”, dijo Kuraishi.
De acuerdo a las declaraciones del alto ejecutivo de Honda, el impuesto de Trump los obligaría a reconsiderar la presencia en México: “Hemos estado invirtiendo en Estados Unidos durante 40 años para desarrollar y manufacturar autos. Esperamos que el señor Trump entienda esto”, cita Reuters.
Honda no había sido amenazada directamente con el magnate, como sí lo había sido la otra gran empresa japonesa Toyota. En uno de sus polémicos tuits, el magnate escribió “Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja, México, para producir automóviles Corolla para los EEUU ¡DE NINGUNA MANERA!”.
La amenaza del presidente Donald Trump de cobrar impuestos a los autos fabricados en México que se venden en Estados Unidos podría revolucionar la industria automotriz y plantea numerosos dilemas, según analistas: Se aumentan los precios o se absorben los costos; se deja de vender autos fabricados en México y se pierden muchos clientes; se trasladan las operaciones a Estados Unidos y se gana menos dinero.
“No creo que sea un golpe mortal para la industria automotriz, pero será algo muy duro. Tendrá un enorme impacto en las ganancias”, expresó Marina Whitman, profesora de negocios de la Universidad de Michigan y ex vicepresidenta de General Motors.
Trump se reunió en días pasados con los máximos ejecutivos de General Motors, Ford Motors y Fiat Chrysler Automobiles. Antes del encuentro, publicó un tuit en el que le pidió a las casas automotrices que abran nuevas fábricas en Estados Unidos. “Quiero plantas nuevas que construyan autos a ser vendidos aquí”, expresó. Previamente había hablado de un “impuesto sustancial” a las empresas que se vayan del país y de dar ventajas impositivas a las que produzcan aquí para consumo interno.
Los fabricantes expresaron optimismo tras el encuentro.
“La industria se siente entusiasmada ante la perspectiva de trabajar con el presidente y su gobierno en las políticas impositivas, regulación y comercio para promover un renacer de la industria estadounidense”, declaró el director ejecutivo de Ford Mark Fields después de la reunión.
Pero después de cerrar 13 plantas de ensamblaje durante la reciente recesión para hacer frente a un exceso de la capacidad de producción, las firmas de Detroit no se sienten demasiado alentadas a abrir nuevas plantas, especialmente en vista de que la venta de vehículos está empezando a ceder tras alcanzar nuevos picos. Las tres empresas operan 27 plantas de ensamblaje en Estados Unidos y siete en México en estos momentos. (Fuente: Sin Embargo | AP)