El mariscal de campo Tom Brady lideró la mayor remontada en la historia de un partido de Super Bowl al tener una desventaja de 25 puntos y llevó a los Patriots de Nueva Inglaterra a un triunfo por 34-28 sobre los Falcons de Atlanta en el tiempo extra.
Los Patriots anotaron 19 puntos en el último cuarto, incluyendo un par de conversiones de dos puntos, una realizado por el nativo de Houston, el receptor abierto Danny Mandiola, y otra del corredor James White, que forzaron el tiempo extra y conseguir el título de la edición 51 del Super Bowl.
El evento deportivo más importante del año en Estados Unidos, que se jugó en el campo NRG, propiedad del equipo local de los Texans, ante una asistencia de 77.054 espectadores, fue el tercero que se disputo en Houston. Anteriormente lo organizó en 1974, cuando se jugó en el Rice Stadium de la universidad que lleva el mismo nombre, ganaron los Dolphins de Miami por 24-7 a los Vikings de Minnesota, y el 2004, en el mismo escenario que este año, y que también jugaron los Patriots y vencieron por 32-29, con gol de campo, a los Panthers de Carolina.
Brady se convirtió en el primer mariscal de campo en ganar cinco títulos de Super Bowl, aunque tuvo que superar a un cuadro defensivo implacable contra él. Pero el veterano pasador de 39 años se reencontró con la fórmula ganadora en el último cuarto con pase de 6 yardas a Amendola. Brady terminó con 43 de 62 pases, la mayor marca de intentos en la historia del Super Bowl, para 466 yardas y dos pases de touchdown.
Los Patriots consiguieron la mayor remontada en la historia de los Super Bowl, incluyendo la que tuvieron hace dos años cuando superaron una desventaja de 10 puntos para vencer a los Seahawks Seattle.
Brady y su entrenador en jefe, Bill Belichick, ganaron su partido de fase final número 25 para conseguir marca. Con el triunfo Belichick se convirtió en el primer entrenador con cinco títulos de Super Bowl. Los Patriots, conducidos por Brady, se hicieron de su Trofeo Vince Lomardi que más trabajo les ha costado y el más dulce, de acuerdo a su propietario Robert Kraft.
Brady que sabía que tenía que jugar un partido histórico para acreditarse el título de Super Bowl, lo hizo en el último cuarto del partido, después de entrar en ritmo y recuperar la magia. El mariscal de campo, que regresó a la acción de una suspensión de los primeros cuatro partidos de la temporada por haber participado en el problema de los balones desinflados, sabía que tenía que jugar un partido histórico y lo logró.