Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX.- Apenas han transcurrido cuatro meses de su administración y Carlos Joaquín González tuvo que recurrir a la impugnada Ley que promovió su antecesor Roberto Borge Angulo para la “Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de Quintana Roo” y, en particular, al artículo que establecía la obligatoriedad de pedir identificación oficial del periodista y la acreditación del medio para el que trabaja para que pueda tener acceso a los eventos oficiales.

La celebración del día del policía, que en realidad se festeja el 2 de enero, fue el escenario que tuvieron que sortear reporteros que acudieron a cubrir el evento.

Era agosto de 2015 cuando Roberto Borge Angulo promovió, y logró la aprobación por parte del Congreso del Estado, de la Ley para la Protección de Personas defensoras de derechos Humanos y Periodistas de Quintana Roo, conocida como la ‘Ley Borge’.

Sin embargo, en septiembre del mismo año, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos presentó una serie de impugnaciones ante la Suprema Corte de la Justicia de la Nación contra las modificaciones a los artículos de la Constitución Local  “toda vez que atentan contra derechos humanos tales como el derecho a buscar, recibir y difundir información e ideas por cualquier medio, a la información, a la libertad de expresión, a la no discriminación, a la seguridad jurídica así como al principio pro persona”.

Han transcurrido 16 meses de ese intento fallido de Roberto Borge y ahora, apenas cuatro meses de transcurrida su administración, Carlos Joaquín González echa mano de la Ley Borge.

Personal que se identificó como de la ayudantía del gobernador, apostado a la entrada del centro de Convenciones de Chetumal -donde desayunaron los elementos policiacos- impidieron el paso de reporteros si no contaban con la credencial e identificación del medio para el que trabajaban.

La explicación… simplemente que cumplían órdenes.

La situación no cambió al interior del inmueble contra los reporteros que pudieron franquear la entrada con la ayuda de funcionarios que conocen a quienes cubren la “fuente”, a grado tal que hubo intercambio de palabras contra el personal de ayudantía que entorpeció la labor periodística.

Los comentarios entre los reporteros, al final, fue “y para cuando las vallas, apá”.

Aunque el panorama ya se vislumbraba con la actuación de personal de la aun Unidad Vocero quienes se han dedicado a dar por concluidas las entrevistas que ha dado Carlos Joaquín González después de tres o cuatro preguntas. “Eso es todo compañeros”, “gracias compañeros”, se les escucha decir ante lo que consideran preguntas incómodas para el gobernador en turno. (Noticaribe)

 

Comentarios en Facebook