Por Hugo Martoccia
CANCÚN, MX.- La reunión del gobernador Carlos Joaquín con decenas de asociaciones civiles en Cancún funcionó como una catarsis contra los agravios del borgismo.
Decenas de asociaciones reunidas con el mandatario para dar inicio a las mesas de trabajo que concluirán en el proyecto de una nueva Ley de Participación Ciudadana, se quejaron de falta de apoyo durante la pasada administración, y dijeron que ni siquiera se los atendía.
Se trata de asociaciones de las más diversas, que trabajan con niños con cancer, enfermos mentales, portadores de HIV, o grupos que apoyan la diversidad sexual, el medio ambiente, las victimas de la violencia contra la mujer, y hasta el turismo lésbico gay y transexual, entre otros.
Las quejas fueron las de siempre: el anterior gobierno no les dio dinero ni apoyo. Una queja llamó la atención: un equipo de basquetbol para minusválidos le pidió a Carlos Joaquín si podía entregarle sillas de rueda para practicar su deporte, porque dijeron que durante el borgismo se las quitaron.
El evento sirvió para poner en marcha las tres mesas de análisis para la nueva ley de Participación Ciudadana.
Los trabajos en esas mesas se dividirán en tres temas que son el alcance de dicha ley y las reglas para hacer efectiva la participación ciudadana; los consejos consultivos ciudadanos y estructura del gobierno estatal, y los comités vecinales y su importancia en el beneficio colectivo.
“Hay que empezar por cambiar la ley”, dijo el gobernador durante su discurso. “Debemos entender la participación ciudadana como el ejercicio de reflexión, análisis, planeación y gestión por parte de los ciudadanos, en busca de las soluciones de problemas comunes en conjunto con la autoridad gubernamental”.
Además, dijo que “el trabajo y el esfuerzo de este gobierno se verán sintetizados en la consigna de tanta sociedad como sea posible, y tanto gobierno como sea necesario”. (Noticaribe)