Poco a poco el gobernador Carlos Joaquín empieza a encontrar un ‘estilo’.
Su antecesor Roberto Borge marcó el propio: el de las vallas y el de las porras.
Este estilo ‘borgista’ impedía cualquier contacto con los ciudadanos. Borge terminó atrapado en su burbuja, con un ‘muro’ frente a la realidad. Quizá ese aislamiento fue parte de las causas de las atrocidades del ‘quinquenio del exceso’.
Desde la primera parte de la presentación del Plan Estatal de Desarrollo (PED), en Chetumal, el gobernador Carlos Joaquín, marcó una tendencia de un diálogo directo con los ciudadanos. Este ‘experimento’ se repitió el pasado viernes en la segunda parte de la exposición del PED, en Cancún y, ayer, también en esta ciudad, en el encuentro con organizaciones de la sociedad civil.
Estos encuentros llevan su ‘tiempecito’. El diálogo de ayer, por ejemplo, duró unas tres horas y media.
Ya lo sentenciaba aquel clásico: “hablando se entiende la gente”.
El estilo populista arraigado en los príistas de la vieja escuela y de aquellos educados en ella; ese estilo que se perdió con los tecnócratas y los mirreyes de la política y que AMLO sabe usar muy bien, recordemos que él también fue príista como CJ y su formación política viene de ahí…
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