WASHINGTON.- En un cambio radical a su postura original de mano dura en materia migratoria, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso al Congreso federal una reforma positiva a las leyes de inmigración, pero al mismo tiempo iniciar ya la construcción del muro en la frontera con México.
“Creo que es posible una verdadera y positiva reforma migratoria, mientras nos concentremos en los siguientes objetivos: mejorar los empleos y salarios de los estadunidenses, fortalecer la seguridad de la nación y restaurar el respeto de nuestras leyes”, declaró durante su discurso en la sesión plenaria bicameral del Congreso estadunidense realizada en el Capitolio.
Agregó: “Si nos guiamos por el bienestar de los ciudadanos de Estados Unidos, entonces creo que los republicanos y los demócratas podrán trabajar juntos para lograr un acuerdo que por décadas ha eludido nuestro país”.
La oferta del mandatario estadunidense de trabajar una reforma migratoria para regularizar el estatus de residencia y laboral de millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, tomó por sorpresa a demócratas y republicanos.
Trump puso sobre la mesa la idea de la reforma a las leyes de inmigración, luego de que el pasado 25 de enero firmó una orden ejecutiva para endurecer la política migratoria de Estados Unidos.
Bajo la nueva orden de inmigración, la prioridad de su gobierno es ubicar, detener y deportar de manera expedita a los inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, a quienes estén acusados de crímenes y a los que tengan orden de deportación o que hayan reincidido en ingresar como de manera irregular a Estados Unidos.
Al hablar sobre su política migratoria ante los legisladores federales, el mandatario reiteró la necesidad de amurallar la frontera con México, como estrategia para contener el flujo de inmigrantes indocumentados y de drogas.
“Pronto comenzaremos la construcción de una gran muralla a lo largo de nuestra frontera sur. La edificación iniciará y se terminará antes de lo planeado y será una arma efectiva contra las drogas y el crimen”, aseguró.
No obstante, al proponer una reforma de inclusión a las leyes de inmigración, dijo a los legisladores que mientras él les presentaba su plan de gobierno para los próximos cuatro años, al mismo tiempo eran expulsados de su país narcotraficantes, pandilleros y criminales que amenazan a la seguridad ciudadana.
“Los malos se están yendo esta noche mientras les hablo, tal y como lo prometí. A cualquier congreso que no cree en la instrumentación de nuestras leyes le pregunto: ¿Qué pueden decirle a las familias estadunidenses que han perdido empleos, sus ingresos, o a algún ser querido porque el gobierno rehusó aplicar sus leyes y defender sus fronteras?”, afirmó el presidente.
En el tema de la seguridad fronteriza que va de la mano de sus ideas de empoderamiento de las leyes de inmigración, el mandatario estadunidense anunció que ordenó a los departamentos de Justicia y de Seguridad Interior, así como al director nacional de Inteligencia, coordinar una estrategia agresiva para desmantelar a los cárteles del narcotráfico que se han esparcido en Estados Unidos.
“Vamos a detener a las drogas que se cuelan a nuestros país envenenando a los jóvenes y ampliaremos los tratamientos para aquellos que se han convertido en adictos”, aseguró.
Además, reiteró que sus acciones en materia migratoria son simplemente el cumplimiento de las exigencias de la población estadunidense que piden una mejor seguridad fronteriza y la aplicación de las leyes.
“Al fortalecer nuestras leyes lograremos un aumento a los salarios, ayudaremos a los desempleados y ahorraremos miles de millones de dólares; además de hacer más seguras a nuestras comunidades”, subrayó el Ejecutivo.
En la sesión plenaria en el Capitolio, sólo los legisladores republicanos aplaudían de pie a Trump, mientras los demócratas le demostraban su desprecio sin ovacionarlo y en silencio.
“Somos un país unido en la condena al odio y a la maldad en todas sus formas”, dijo Trump. Y calificó su mandato como “un nuevo capítulo que está comenzando sobre la grandeza de Estados Unidos”. (Fuente: Proceso)