Se ve complicado que un traidor reincidente como Joaquín González Castro pueda armar un diálogo correcto y eficaz entre partidos, organizaciones y activistas con la Secretaría de Gobierno (SG).

Sin decir agua va, González Castro fue nombrado Subsecretario de Enlace Interinstitucional de la SG.

Si bien es cierto que Francisco López Mena tiene problemas al frente de la Secretaría de Gobierno, con González Castro es peor el remedio que la enfermedad.

Los que lo conocen lo califican de por lo menos ‘medroso’, ‘tibio’ y ‘oportunista’, y su desempeño ha sido más bien como la de un gris burócrata ‘institucional’ al servicio del poder, que la de un demócrata comprometido con la transición y el avance republicano. Lo suyo, los suyo es el ‘hueso’ y dejar que el mundo gire, en tanto no afecte sus intereses personales o de grupo, aunque decir ‘grupo’ es una pretensión, pues es ‘líder’ solitario sin base social, ni política, que ha sido dejado a su suerte por sus múltiples traiciones, y cuya vigencia es partir de la demagogia y sus dotes de saltimbanqui.

Tra un paso, con más pena que gloria en el partido Movimiento Ciudadano (MC), en el reciente proceso electoral, Joaquín González Castro, ‘El Quino’, regresó al PRI por la puerta de atrás para formar parte del equipo de precampaña de José Luis ‘Chanito’ Toledo Medina, que era ‘delfín’ del gobernador Roberto Borge.

Palabras más, palabras menos, hasta hace unos meses era un empleado de la mancuerna ‘Beto’-‘Chanito’ para la continuidad del grupo que depredó a Quintana Roo.

Antes se le vio en el proceso electoral federal de 2012 cuado fue efímero candidato a senador por la alianza entre el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en corto tránsito por el ‘lopezobradorismo’.

Nadie puede cuestionar la larga trayectoria política de González Castro, que incluye puestos en el gobierno federal –en Sectur y la Comisión Nacional de Derechos Humanos-, y en el ámbito estatal – desde Secretario de Gobierno hasta alcalde de Cancún-, y tras su militancia priista, partido en el que fue aspirante a Gobernador, rompió con este instituto político para formar parte del entonces partido Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), cuando este organismo se convirtió en refugio de ‘villanuevistas’.

 ‘El Quino’, como le dicen sus amigos, es un maestro en eso de ganar perdiendo, pues luego de quedar en el camino la nominación del PRI a la gubernatura, González Castro aceptó dócilmente su ‘derrota’ y fue premiado por Villanueva, que lo nombró presidente del Tribunal Superior de Justicia.

En los comicios de 2005, PAN y Convergencia integraron una coalición en la que presentaron como su candidata a Gobernadora a Addy Joaquín Coldwell, contra el priista Félix González Canto, que finalmente ganó el ahora senador y en segundo quedó el entonces perredista Juan Ignacio ‘Chacho’ García Zalvidea.

Pero González Castro formó parte de la lista de los candidatos a diputados plurinominales y llegó al Congreso del estado, junto con Manuel Valencia Cardín, como parte de la cuota de Convergencia, aunque con la bendición de Addy Joaquín.

A pesar de su amplia trayectoria, como ex senador, ex alcalde de Cancún y presidente del TSJ, ni siquiera llegó a la Gran Comisión, y se refugió como presidente de la Comisión de Derechos Humanos, donde tuvo un opaco e intrascendente desempeño. Ahí se ‘guardó’.

En los comicios locales de 2012, regresó con fuerza en la escena política al ser designado candidato a senador de la alianza del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en sustitución del ex alcalde Cancún, Gregorio ‘Greg’ Sánchez, que renunció sorpresivamente a la nominación de la alianza, a pesar de que contó con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador.

Pero González Castro fue impugnado por un grupo de perredistas y la candidatura fue reasignada en favor de la hoy senadora Luz María Beristaín.

De nuevo el ‘prominente’ político regresó a los sótanos, pero, de cara al reciente proceso electoral local, formó parte de un grupo de políticos, empresarios e intelectuales cancunenses para presentar una candidatura alternativa, casi independiente, frente al avasallamiento del ‘borgismo’.

Aunque, dicho sea de paso, como muchos, González Castro prefirió agachar la cabeza, frente a los abusos de Roberto Borge.

Luego de sus impulsos democráticos y republicanos, que le aparecieron en el tramo final del quinquenio anterior, González Castro terminó trabajando para el hoy ex Gobernador, como asesor de ‘Chanito’.

No ha faltado quien se vaya con la finta y suponga que hasta el cargo de Subsecretario de Enlace le queda chico al veracruzano y debería de ser Secretario de Gobierno.

Se confirma que lo suyo es engañar y traicionar al que se deje. Los fines justifican los medios, y González Castro está otra vez en el presupuesto.

Lo veremos por lo pronto con su nuevo traje de ‘joaquinista”, hasta que sea necesario cambiarse de chaqueta.

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