Si fuera cierto que los comicios de este año en el Estado de México son el laboratorio de 2018, entonces el priismo de Quintana Roo está en problemas.
Y es que ha sido recurrente que en Quintana Roo se dirimen los repartos del PRI con sus aliados.
En 2012, le dieron al PVEM, la primera fórmula de los candidatos a senadores, en la persona de Jorge Emilio González Martínez, y el año pasado, la presidencia municipal (nada más y nada menos) de Benito Juárez.
Para la elección del Estado de México, a la tradicional alianza del PRI, PVEM y Panal, ahora se ha sumado el Partido Encuentro Social (PES), que tiene en Quintana Roo como sus principales representantes al diputado local Carlos Mario Villanueva y al regidor Gregorio ‘Greg’ Sánchez.
Los que saben señalan que la llegada de ‘Greg’ Sánchez como regidor, más que aportar su experiencia al Ayuntamiento, es para buscar una posición federal en 2018.
‘Greg’ ya alzó la mano, pero Carlos Mario tampoco se quiere quedar atrás.
A los compromiso del PRI con el PVEM, se sumarían los del PES y Quintana Roo sería el lugar donde se pagarán estas facturas.
Los priista de Quintana Roo ahora tendrían que compartir no solo con el PVEM, sino además con el PES.
