Como van las cosas, la competencia en 2018 en Quintana Roo sería entre Morena y el PAN.
En Quintana Roo hay una contundente inercia en elecciones presidenciales. Desde 1994, el PRI no ha ganado en la entidad la elección de Presidente y al menos ha perdido una diputación de mayoría.
La inercia de Morena se replicaría una vez más y Andrés Manuel López Obrador ganaría en 2018 por tercera ocasión en Quintana Roo.
Por otra parte, también las tendencias nacionales llevan al PAN a una posición muy competitiva. Esta inercia se refuerza, con el hecho de que –se quiera ver, como se quiera ver- Acción Nacional es gobierno en Quintana Roo.
En contraste, el PRI atraviesa su peor crisis en Quintana Roo, mientras que el PVEM, si bien gobierna el municipio más poblado del estado, su influencia no llega más allá de Puerto Morelos, además que la demarcación cancunense en una de las plazas más relevantes de López Obrador en la entidad.
La situación del PRD es aún más complicada y no le quedaría más opción que ofrecer sus 6 ó 9 puntos al mejor postor.
Pero, también será muy importante que Morena y PAN postulen para senadores, diputados federales y, sobre todo, alcaldes, a candidatos de calidad, que al menos no signifiquen un lastre para sus respectivos abanderados presidenciales.