CANCÚN, MX.- Amparados en la oscuridad, un par de sujetos prendió esta madrugada fuego a la fachada del establecimiento “Taco´n Madre”, en pleno centro de la ciudad.

Y apenas el lunes 20, un par de sujetos a bordo de una motocicleta baleó el restaurante de mariscos “Buzos”, cuyos propietarios habían huido de la violencia y la extorsión de Acapulco, Guerrero.

Horas más tarde, por la noche, se incendió el restaurante “Los de Pescado”, ubicado en la avenida Labná con Yaxchilán. Aunque el fuego no duró mucho tiempo, rápidamente consumió parte de las instalaciones.

Estos atentados forman parte de una serie de episodios violentos que han tenido como su momento cumbre los ataques al club de playa “Blue Parrot”, de Playa del Carmen, con saldo de seis muertos, y a la sede de Fiscalía General del Estado (FGE) en Cancún, donde fue abatido un agente ministerial.

Hasta el momento, la FGE no ha presentado algún detenido por estos hechos ocurridos en la segunda quincena de enero de este año, y tampoco ha explicado los motivos y los orígenes de los ataques.

Tras estos hechos de violencia, el gobernador Carlos Joaquín González y el presidente municipal de Benito Juárez (Cancún), Remberto Estrada, surgido del PVEM, anunciaron la llegada de refuerzos de la Policía Federal (PF) para sumar unos 300 efectivos, desde elementos de la Gendarmería hasta de “inteligencia”.

Pero de poco sirvieron los refuerzos. La violencia continuó y se volvió cotidiana en Cancún. Pero además, los ataques ya han llegado a zonas del centro de la ciudad, frecuentadas por turistas, y entre las víctimas no sólo se cuentan presuntos narcomenudistas, también policías.

En lo que va del año se han registrado en Cancún unos 25 asesinatos violentos relacionados con el narcomenudeo, frente a 11 del mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, la violencia, no sólo ha crecido en número, sino que el impacto es cada vez mayor.

La tarde del martes 14, la patrulla 5545 de la Policía Preventiva Municipal (PPM) que circulaba sobre la avenida Yaxchilán fue atacada por sujetos a bordo de una moto, quienes hirieron de gravedad a la oficial Rosa Elena Ramón Ramón, alias “comandante Tornado”, y a otros dos agentes.

La zona del ataque, la intersección de las avenidas Yaxchilán y Cobá, es el paso obligado para los turistas que acuden de la zona hotelera a las tiendas de artesanías del llamado “Mercado 28” y otros negocios circunvecinos.

Por la mañana, el agente de la PPM Pablo Eliseo Ku Uc, de 40 años, fue asesinado cuando se encontraba a bordo de la patrulla 5540, en uno de los puntos de vigilancia de las avenidas Sayil y Bonampak, en la Plaza Solare, en el centro de la ciudad.

De manera extraoficial, ha trascendido que la violencia se ha desatado por la incursión de un tercer cártel, derivado del Jalisco Nueva Generación, que llegaría a disputar la plaza a Los Zetas y/o Cártel del Golfo y Los Pelones.

Pese a ello, el fiscal Miguel Ángel Pech se ha deslindado de estas investigaciones y afirma que es de competencia de la PGR y no de la FGE.

El elemento común de la mayoría de los ataques, incluido el de la sede de la FGE en Cancún, es que han sido perpetrados por jóvenes a bordo de motocicletas.

Ante estos nuevos ataques a elementos de la PPM, el presidente municipal Remberto Estrada lanzó un nuevo llamado de auxilio al gobierno federal.

El joven alcalde de 29 años sostuvo una reunión de emergencia con los integrantes de la Mesa de Inteligencia, conformada por elementos del Ejército Mexicano, Secretaría de Marina, PF, Cisen y PGR, así como con la FGE y las policías estatal y municipal, con el fin de analizar la acometida contra la PPM.

Tras la reunión, el edil pidió al gobierno federal “voltear la cara a Cancún”, que se ha visto azotado, reconoció, por una ola de violencia por la pugna de grupos rivales del crimen organizado.

“Hay gente que no quiere que avance Cancún, que tenga desarrollo, pero somos muchos más los que queremos que sigamos siendo un municipio próspero y que la derrama fluya para todos”, declaró a la prensa.

No obstante, la violencia también se ha extendido hacia el sur del Cancún.

Es el caso de Playa del Carmen, el llamado “corazón de la Riviera Maya”, en donde se han registrado, sin incluir a las víctimas del ataque al club de playa “Blue Parrot”, 15 asesinatos violentos, de los que cinco eran taxistas de esta localidad de unos 200 mil habitantes.

El domingo anterior, en Tulum, otro hombre fue ejecutado con un tiro en la nuca de una pistola calibre 9 milímetros sobre el camino de terracería que conduce al predio “Casa Coral”, en las inmediaciones del poblado de Chemuyil, entre Akumal y Tulum, al sur de la Riviera Maya.

Horas después en Chetumal, la capital del estado, fue asesinado con un arma blanca a las puertas de su domicilio, en la colonia Campestre, Marco Aurelio Gutiérrez Vélez, funcionario del ayuntamiento de Bacalar y esposo de Karla Blancas Pizaña, exdelegada de Liconsa en la entidad.

La FGE, cuyo titular es Miguel Ángel Pech Cen, que previamente impartía clases en una universidad privada y fue subprocurador de la zona norte, en el sexenio de Joaquín Hendricks, no logrado la detención de ninguno de los presuntos responsables del casi medio centenar de ejecuciones en todo el estado.

La ausencia de resultados persiste pese a que, el jueves 16, Pech Cen anunció varios cambios en la corporación, que implicaron entre otros el nombramiento de un nuevo director de la Policía Ministerial y de Investigación. El nuevo mando policiaco es Adrián Valdovinos Rodríguez, quien fuera jefe de escoltas de la expresidenta municipal de Tulum, Edith Mendoza Pino.

Un día antes, representantes de cámaras empresariales y sociedad civil organizada culparon de la escalada de violencia al secretario de Gobierno, Francisco López Mena, que fue colaborador del expresidente Felipe Calderón como titular del Consejo de Promoción Turística de México.

Hernán Cordero Galindo, presidente de la organización civil Ángel Ciudadano, indicó que es urgente la remoción de López Mena para empezar a atender la inseguridad de Cancún, además de cambios en los mandos policiacos.

También recordó que en campaña política propusieron al hoy gobernador Carlos Joaquín González una mesa de seguridad y justicia, la cual no se ha podido llevar a cabo ante la resistencia de López Mena, pese a que hace mes y medio el propio mandatario estatal encomendó que se realizara ese encuentro.

Y subrayó:

“Hay decepción de todos nosotros porque nuestra voz no ha sido escuchada en el gobierno, las promesas que se dieron de los cambios que necesitamos, no sé si se hayan dado, al contrario. Se propuso una mesa de seguridad y justicia, la cual ha sido plenamente obstaculizada por Francisco López Mena, esa propuesta desde hace mes y medio se encomendó que se llevara a cabo, pero no se ha podido llevar a cabo por el secretario”, acusó. (Fuente: Proceso)

Comentarios en Facebook