CANCÚN, MX.- Durante los últimos 13 años, la mayor incidencia de homicidios durante los dos primeros meses de cada año, se registraron del 2008 al 2013 cuando Félix González Canto y Roberto Borge gobernaban Quintana Roo.
De acuerdo con una estadística desglosada del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, durante los meses de enero y febrero de cada año desde el 2004 al 2017, el año más violento se registró en el 2012 cuando se contabilizaron 106 homicidios y Roberto Borge gobernaba.
El segundo peor arranque del año fue en 2009, cuando hubieron 103 homicidios y Félix González era gobernador.
Otros años notoriamente violentos fueron el 2008 con 96 homicidios, 2010 con 98 casos, 2011 con 97 reportes y 2013 con 92 muertes documentadas en todo el estado.
En contraste, los años en que menos se registraron homicidios (siempre durante los meses de enero y febrero) fueron el 2005 con 53 casos, el 2006 con 49 casos, el 2007 con 52 casos, el 2016 con 46 casos y el 2017 con 56 casos que es el primer año de Carlos Joaquín como Gobernador de Quintana Roo.
Sin embargo, fue el periodo del 2008 al 2013, un sexenio combinado entre Félix González y Roberto Borge cuando se registró un incremento sostenido de la violencia en el estado que luego empezó a decrecer, es decir, los antecedentes de violencia en estado tienen más de 10 años.
Aunque en el arranque del año, en Quintana Roo parece que la violencia está alcanzando niveles récord, la realidad es que se han registrado menos homicidios que en años previos, de acuerdo con las estadísticas.
Es claro que la inseguridad y la violencia es un proceso que se viene arrastrando desde hace más de una década atribuible a la corrupción e impunidad de los dos últimos gobiernos.
El nuevo gobierno ha enfrentado varios hechos violentos en el arranque del año que algunos especialistas han tratado de explicar como una reacción de la delincuencia organizada ante la estrategia declarada de la actual administración de romper complicidades del pasado.
Igualmente, la violencia de estos últimos meses, es vista como una intentona de los grupos delincuenciales de calar al actual gobierno para tratar de negociar espacios de impunidad, a como ha ocurrido en el pasado. (Noticaribe)