Esta semana se cumplen 6 meses de que Quintana Roo sufrió cambios en su gobierno estatal y los 11 municipios que lo conforman.
Fueron cambios de fondo por lo menos en el gobierno estatal, donde después de 4 décadas de ser gobernado por siete mandatarios pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional (PRI), llegó el octavo Jefe del Ejecutivo estatal, tal vez nacido políticamente bajo las mismas siglas del PRI, pero con el ferviente deseo de un verdadero cambio para Quintana Roo. Así llegó el octavo pasajero a la silla grande de la entidad, apoyado por el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática. Carlos Joaquín González logró su anhelo de ser gobernador de Quintana Roo, gracias sobre todo por el pésimo trabajo de su antecesor y el cansancio de la población que vio en Carlos Joaquín un hombre de convicciones, sensato, honesto y con liderazgo, ese líder que se atrevió a decir las cosas por su nombre y apellidos durante la campaña , el mismo que siempre mostró ecuanimidad y tolerancia ante la ola de ataques en su contra e incluso hacia su propia familia donde hasta su padre Don Nassim Joaquín (qpd) fue blanco de difamaciones principalmente a través de algunos medios de comunicación que hoy por arte de magia cambiaron su línea editorial, y ya sólo hablan bondades del Gobernador y otros incluso ya desaparecieron o están tras bambalinas bajo otro nombre, en fin.
El cambio en Quintana Roo ha sido abrupto, ya que la gran mayoría de los cargos en el actual gobierno del estado cimbró a varias familias que estaban acostumbradas a estar en el poder de generación en generación, puestos que parecían vitalicios donde pasaban sexenios y seguía el mismo grupo al frente de las dependencias, solamente se iban rotando los cargos.
Los primeros 6 meses del sexenio joaquinista no han sido fáciles. Como todo en la vida cuando surgen cambios, siempre hay gente que se resiste a los mismos. Sin embargo, Carlos Joaquín ha amalgamado un gran equipo de trabajo, que, como en todo ente laboral, siempre surgen conflictos internos como es el ya conocido entre el Secretario de Gobierno, Francisco López Mena y el Jefe de la oficina del gobernador y ex alcalde de Solidaridad, Miguel Ramón Martín Azueta.
Otro hombre clave de su gabinete es el Secretario de Finanzas y Planeación, Juan Vergara Fernández, quien tuvo el pecado de celebrar su cumpleaños de forma exclusiva y rimbombante que provocó la crítica de los medios incluyendo a nivel nacional. Sin embargo, a pesar de que fue criticado al anunciar un reemplacamiento, ha demostrado en estos 6 meses al frente de la Sefiplan empatía con la población al subsidiar con un alto porcentaje los pagos de mencionadas placas, así como las tarjetas de circulación y otras condonaciones más que ha ordenado en el cobro de varios impuestos. Juan Vergara ha logrado detectar y dar de baja a empresas que sólo vivían del erario público sin ningún beneficio, lo que ha permitido un ahorro de millones y millones de pesos en las arcas del gobierno y que están sirviendo para aplicarlo en acciones que sean del beneficio de la población.
Juan Vergara llegó a poner disciplina financiera en un gobierno saqueado por la administración borgista, el pacto de austeridad impuesto al inicio del gobierno que encabeza Carlos Joaquín y que aplica el titular de la Sefiplan ha dado buenos resultados con medidas de racionalidad en el rubro de los dineros.
A medio año de asumir el mandato, Carlos Joaquín ha ido avanzando en cumplir las promesas que realizó en campaña, el clamor popular de hacer justicia y fincar responsabilidades a quienes se beneficiaron de su cargo en la pasada administración es un tema que cada día toma más forma, por lo pronto las denuncias fueron interpuestas ante las instancias correspondientes y ya están listas varias órdenes de aprehensión que han puesto a temblar a decenas de ex funcionarios del gobierno de Roberto Borge e incluso algunos servidores públicos que actualmente están en funciones en otras dependencias.
El talón de Aquiles en este momento es la delincuencia organizada que se desató sobre todo en el norte de la entidad. Aquí lo ideal sería acelerar la conformación de una policía única en la entidad que pueda hace frente con mayor eficacia al crimen organizado, pero también exigir mayor apoyo a nivel federal. No es suficiente sólo decir que se han enviado de forma masiva agentes federales cuando estos en lugar de combatir la delincuencia se toman fotos con turistas y hasta prestan sus armas para posar en la ‘selfie’, es increíble sólo pasa en México.
No todo es miel sobre hojuelas, hay mucho por hacer, eso lo reconoce el mandatario estatal, no es fácil romper 40 años de usos y costumbres a la usanza priísta, los cambios son graduales, la mayoría de los quintanarroenses lo saben, no hay varitas mágicas, sólo el trabajo, la cooperación y la corresponsabilidad de la ciudadanía y gobierno podrán hacer que el verdadero cambio en Quintana Roo no se detenga al contrario que siga creciendo y permear todos los rincones de la entidad. ¿No cree usted?
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