El Fiscal Miguel Ángel Pech bateó de elevado y dentro del cuadro en el acto de ‘disculpas públicas’ a Héctor Casique y Maximiliano Millán, víctimas de tortura.
Si bien la Fiscalía General del Estado (FGE) es ‘autónoma’, hoy más que nunca se necesitan señales que sí hay ‘Gobierno del cambio’.
Este acto era un espacio ideal para que Pech Cen relanzará a la FGE, como un entidad no solo eficiente persecutora del delito y garante de los derechos humanos, luego de que, tanto en su actual fachada como en su anterior expresión de Procuraduría, fue uno de los instrumentos de las atrocidades del ‘borgismo’.
Pero Pech Cen tuvo cosas más importantes.
Y el flamante nuevo Fiscal, terminó junto con los Procuraduría a ‘borgista’, como los villanos de esta dramática historia de violaciones a los derechos humanos.