Que el tabasqueño Manuel Andrade estaría ya empacando sus tiliches para regresar con más pena que gloria a su estado.
Y es que, finalmente, la presión de grupos de priistas locales parece que empieza a rendir frutos e efecto de empezar a renovar al PRI de Quintana Roo.
Para empezar, habría el cambio de delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Lo malo de Manuel Andrade, dicen los enterados, es que se volvió un empleado de Roberto Borge y su desempeño no fue imparcial en el reciente proceso electoral, lo que el PRI-QR terminó pagando y sufriendo.
Pero, falta la segunda parte. Está la disyuntiva de si el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, manda un ‘cuadro imparcial’ o cede por alguien a modo de Jorge Emilio González Martínez o Félix González Canto, los líderes ‘morales’ del PRI-QR.
Aun no hay fecha precisa, pero de que Manuel Andrade se va, se va.