La exigencia de la Nueva Mayoría del Congreso del estado, encabezada por el PAN y PRD, de revisar las cuentas públicas del anterior gobierno municipal de Benito Juárez que ‘presidió’, Paul Carrillo, cobra cada vez más  fuerza, no solo por los evidentes desvíos en la recaudación de impuestos, sino porque Roberto Borge metió mano a placer en las arcas de ese municipio.

La última del trienio ‘paulista’ es el ‘cobro’ del Impuesto sobre Adquisición de Bienes Inmuebles (ISABI) con recibos falsos.

De hecho, es el mismo ‘modus operandi’, que usó el entonces director de Ingresos, Hugo Favio Bonilla, en el impuesto predial, por lo cual enfrenta una denuncia penal por casi 50 millones de pesos.

En realidad, en el municipio de Benito Juárez hay una auténtica caja de pandora.

El problema es que el anterior gobierno era PRI-PVEM, lleno de ‘borgistas’, y el actual es PVEM-PRI, con casi los mismos ‘borgistas’.

Y lo peor es que a la pretensión del Congreso del estado de revisar las cuentas de Paul, el actual ayuntamiento PVEM-PRI se niega a cualquier posibilidad, incluso con una controversia constitucional.

Y en tanto, Paul Carrillo ‘calienta’ para ser candidato del PRI-PVEM a diputado federal.

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