Roberto Borge tuvo una mayoría espectacular, en la segunda mitad de su quinquenio.

No solo tuvo mayoría calificada, es decir dos terceras partes del pleno, sino hasta un poco más.

Pero Roberto Borge no utilizó esta mayoría “para bien” del estado, sino para afianzar sus atrocidades y llevar al estado para atrás en materia de derechos humanos y desarrollo.

Sin embargo, las cosas han cambiado, con la nueva mayoría del Congreso del estado.

PAN y PRD, que fueron juntos en la elección pasada, han reunido una mayoría con otros partidos y fuerzas políticas.

Y esta mayoría, esta nueva mayoría, ha dado pasos importantes para revertir las atrocidades del borgismo y sus aliados del PRI y PVEM.

El más reciente capítulo, es la llamada “iniciativa anticorrupción”, que  incluye una Fiscalía especializada.

Sin duda, el problema número de uno de la entidad es la corrupción, por la cual Quintana Roo ahora enfrenta graves rezagos tras la “oncena trágica” del felixismo-borgismo.

Lo que sigue es que cada vez más ciudadanos se involucren en el combate la corrupción, pues de lo contrario sería como “dejar la iglesia en manos de Lutero”.

 

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