Aunque ser titular de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) podría no sonar tan relevante, Mauricio Rodríguez Marrufo, que se desempeñó en ese puesto en el sexenio de Roberto Borge, tuvo un papel más que protagónico en el organigrama de abuso de poder del hoy ex Gobernador ausente.
Mauricio fue el ‘hombre’ de ‘Beto’ Borge en Benito Juárez, municipio que en los primeros dos y cinco meses del quinquenio ‘borgista” tuvo como alcalde al perredista Julián Ricalde y en los siguientes tres años, al priista Paul Carrillo.
La influencia de Mauricio en Cancún no fue en menoscabo a otro interés de Borge en otros municipios como Cozumel y Tulum, pero la principal encomienda del ex gobernador para el titular de Seduvi fue el municipio cancunense.
Durante el ayuntamiento perredista, Roberto Borge se apoderó del fondo metropolitano y tuvo al entonces titular de Seduvi como su operador, para realizar obras como ampliación de la avenida Huayacán, que para nada está dentro de dos municipios, o de plano, dejar incluso el arco norte que comparten las jurisdicciones locales de Benito Juárez e Isla Mujeres.
También Mauricio representó los intereses de Roberto Borge en el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL), en el que fue inventada “la Milla de Oro”, al sur de la zona de hotelera de Cancún.
En el trienio de Paul, Mauricio cobró más influencia en Cancún donde fue una especie de ‘virrey’ de ‘Beto’ Borge en Benito Juárez.
Mientras Paul estaba casi de adorno, los intereses de Borge en el ayuntamiento de Benito Juárez Cancún fueron atendidos y resueltos por Mauricio Rodríguez.
Borge tuvo el control total de la administración de Paul, con Mauricio ‘arriba’ de Paul y un grupo de jóvenes en puestos claves que tenían que ver con la recaudación.
El gabinete de Paul se llenó de ‘borgistas’, entre los que destacan Rafael Ponce Pacheco, Eduardo Mariscal (Zofemat), Raymundo López Martínez (Fiscalización) y José Luis Castro Garibay ‘El Cachorro’ (Transporte).
Mauricio pretendió ser alcalde de Cozumel, pero las cuotas de paridad e influencia de Félix González impidieron cumplir este objetivo y regresó a Cancún.
Aunque con Borge fuera del poder, Mauricio quedó como secretario del ayuntamiento de Benito Juárez.
Desde diciembre de 2016, se conoció que el cozumeleño ya estaba en problemas por la venta ilegal de terrenos.