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Por Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Un gran contraste se vivió este 10 de Mayo en los diferentes sectores de la población, y es que mientras unas mamás fueron agasajadas por sus familiares con desayunos, comidas y salidas especiales a plazas y restaurantes, otras más que ya se han adelantado en el camino, fueron recordadas en los cementerios municipales, ya que a pesar de que ya no se encuentran físicamente, permanecen en el corazón de sus familiares.
La otra cara de la moneda, son aquellas que si bien no han sido olvidadas, si han sido separadas del seno familiar al no poder hacerse cargo de éstas de forma permanente, por lo que han buscado alojarlas en casas de asistencia para adultos mayores, como es el caso de la fundación “Ciudad de la Alegría”, que tiene a su cargo a un total de 51 abuelitos, mujeres en su gran mayoría, representando cada una de ellas una historia viva.
Desde muy temprano, comerciantes establecidos y ambulantes ofrecieron diversos productos como arreglos florales, dulces y chocolates, muñecos de peluche, en fin una gran variedad de artículos que son ofrecidos en fechas especiales.
Camellones, banquetas, no sólo de las regiones y colonias populares, sino también del primer cuadro de la ciudad fueron los sitios donde se ofrecieron.
Los restaurantes fueron de gran demanda entre la población, al grado de que se recibieron quejas por la falta de personal, y es que fueron superados los meseros y anfitriones por el número de comensales.
Sin duda el 10 de mayo en Cancún fue de distintos matices, quienes apapacharon a sus mamás en vida y quienes lo hicieron en los panteones públicos y privados de la ciudad. De manera inusual fueron llegando familias completas a los camposantos con una rosa, un arreglo o bien con comida para desayunar con su ser amado.
El más concurrido fue el panteón municipal Los Olivos, toda vez que al igual que el día de muerto hubo agrupaciones musicales para llevarles serenata o bien entonarles las canciones que en vida disfrutaron.
Hubo de todo, desde corridos, tríos y baladas.
La otra celebración fue en asilos y casas de asistencia para personas de la tercera edad, algunas mamás sin familiares que las visitaran, pero sí con el ánimo y optimismo de seguir con vida y sobre todo buena salud.
Con la esperanza de ver a sus hijos, nietos y bisnietos, las abuelitas continuaron con los festejos de quienes las tienen a su cargo, aunque hubo a quienes sus familiares sí fueron a verlas, e incluso las sacaron a comer a algún restaurante. (Noticaribe | Fotos: InfoQro | Video: Gonzalo Zapata)