Y cuando el nuevo gobierno despertó, el ‘felixismo’ seguía ahí.
Lo cierto es que el dictamen para evitar que sean sancionados los integrantes del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo), incluido su presidente Víctor Vivas, implica que el ‘felixismo’ está vivito y coleando.
Víctor Vivas, sobrino de Félix González Canto, estará, si no sucede algo extraordinario, entre los magistrados del Teqroo (a pesar de su renuncia a la presidencia de ese organismo) en las elecciones concurrentes de 2018, en Quintana Roo, donde, en lo particular, estarán en juego los 11 ayuntamientos.
Algo falló en el camino para sanear el Teqroo. Quizá, los diputados, en un primer intento para llevarlos a juicio político, no midieron que se trataba de funcionarios electos por instancias federales, en este caso el Senado, y no le correspondía la sanción a un ente local, como el Congreso del estado, o que se trató de forzar la situación o, de plano, que se trataba de adversarios muy poderosos.
En tanto , Félix González Canto, que por cierto conserva alianzas con personajes del peso como Emilio Gamboa, evita la guerra formal y frontal con el actual gobierno y mantienen una especie de guerra de guerrillas, y no solo desde la plataforma del PRI, sino con el PVEM y ya hasta con Morena.
Quizá el ‘borgismo’ ya se esté diluyendo, pero el ‘felixismo’ sigue y se prepara para el 2018.