Por Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Un par de tenis, una fotografía con un rosario, una biblia, unas veladoras, flores, pan y café son lo que vecinos de la supermanzana 70 de Cancún, colocaron en las afueras de la vivienda en la que moraba Carlos Eduardo Gutiérrez, el joven asesinado el viernes 19 de mayo por el ruso Aleksei Makeev, minutos antes de que una turba de más de 200 personas lo intentara linchar.
Lalo como era mejor conocido, cumpliría en agosto próximo 21 años de edad, había regresado a vivir a la zona que durante niño lo vio crecer, él era originario de Huimanguillo, Tabasco, sufrió la desintegración familiar y fue adoptado por una familia que le dio techo y comida, por algunos años.
Sin embargo la misma familia que lo adoptó hace algunos años, lo abandonó y Lalo buscó en las drogas a la familia y los amigos que perdió durante su infancia.
Durante el mes de abril el joven fue detenido por elementos de la policía municipal de Benito Juárez con dosis de droga y fue canalizado a la Fiscalía Especializada en Atención al Narcomenudeo (FEAN), misma que le entregó un documento para que buscara rehabilitarse en el Centro de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) de la Región 221.
Su primera cita en aquel centro de atención fue el 9 de mayo cuando acudió a trabajo social. Lalo tenía su primera cita con una de las psicólogas del centro el martes 23 de mayo pasado, a la cual nunca llegó.
Los vecinos de la 70 coinciden en que Eduardo no era una mala persona, que tenía un problema con las drogas sí.
Otros aseguran que lo hacía para comprar algo de alimentos, y también para comprar el tiner, el resistol y la marihuana que consumía.
La zona en la que Lalo vivía hay al menos cinco viviendas abandonadas, sus dueños poco hacen por restaurarlas, lucen deterioradas, e incluso en una de ellas hay un perro que se encuentra encerrado como un guardián y evitar que entren a invadirla.
Tras el fallecimiento de Eduardo y posterior sepultura, algunos vecinos se organizaron para colocarle un pequeño altar y otros más unas cartulinas en las que se lee “México exige justicia ante el asesinato de Carlos Eduardo Gutiérrez, que el pueblo lo recuerde como el joven que dio la vida por nuestra dignidad, muerte al fascismo y al racismo”.
Otros mensajes dejados en el altar dicen ” Valor es lo que me llevo de ti, buen viaje Carlos Eduardo, diste tu vida en nombre de muchos que estamos en contra de la discriminación, tu eres una estrella más en el firmamento, libertad”.
A cinco días del ataque al ruso y muerte de Eduardo, hay quienes todavía se mantienen alejados del asunto, no comentan y tampoco quieren hablar sobre él.
Vecinos afectados
El tejado donde fue apedreado el ruso, en su intento de escape sufrió severos daños, por lo que los dueños del mismo, una pareja de edad avanzada, solicita a las autoridades responder sobre las afectaciones.
La pareja confía en que les puedan recibir su denuncia en la Fiscalía General del Estado por daños, además de que en el techo donde ya fue rescatado Aleksei todavía se encuentran los rastros de la agresión, los tinacos aún se encuentran manchados de sangre, al igual que las paredes.
El cuarto donde vivía el ruso se encuentra asegurado por la misma Fiscalía General y la custodia por parte de la Policía Municipal ya fue retirada desde el lunes pasado. (Noticaribe)
Héroe? Salvo a México de una invasion Rusa? No pueden hacer a un vándalo héroe, este chavo andaba en malos pasos y quiso hacer justicia por su propia mano, entro a una propiedad privada. Dejen de poner títulos solo para vender noticias y dedíquense al periodismo serio.
Completamente concuerdo con el comentario de arriba, héroe? héroe solo porque murio?, entonces todos los demás que lo apedrearon y golpearon también son héroes no?, y si todos son héroes porque los persigue la justicia?
No señores estos no son héroes, son otros desadaptados sociales que encontraron la manera de desahogar su frustrada y acomplejada vida, su ira y resentimiento a su vida llena de drogas y problemas familiares. Son personas que actúan y reaccionan con violencia porque descargan toda su frustración social por la vida marginada que llevan, por problemas económicos, por falta de educación y carencia de oportunidades!, estos señores no son héroes!.
Por otro lado el muchacho era dogradicto, pandillero, asaltaba a los transeúntes que pasaban por su calle, vuelvan a llamarlo héroe!!, igual y se metió sin saber siquiera cual era la situación, tal vez solo vio madrazos y Andale ahí te voy a descargar mis resentimientos con la vida.
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