CIUDAD DE MÉXICO.– La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) llamó a las autoridades mexicanas a investigar la muerte de Héctor Casique Fernández “con la debida diligencia y abriendo todas las líneas de investigación pertinentes”.

En un comunicado, el organismo lamentó profundamente el asesinato y expresó sus condolencias y solidaridad con la familia “por esta nueva tragedia que se suma a todo lo que anteriormente ya había sufrido”.

Héctor Casique fue torturado para que se declarara culpable de la ejecución múltiple ocurrida en el bar “La Sirenita” de Cancún, Quintana Roo, en marzo de 2013.

Luego de permanecer en prisión tres años y seis meses –durante el gobierno de Roberto Borge–, hace nueve meses quedó en libertad y recibió una disculpa pública por parte de la actual Fiscalía General del estado.

De acuerdo con información de Noticaribe, Héctor Casique fue ejecutado por integrantes del crimen organizado, quienes se dirigieron a la delegación Alfredo V. Bonfil para cometer el crimen en la marisquería “Las Koras”, que se encuentra en la entrada de ese poblado conurbado de Cancún. En el ataque también murió otro hombre.

Tras cometer el crimen, los agresores emprendieron la huida, pero fueron perseguidos por elementos de la policía municipal, quienes pidieron refuerzos de sus homólogos federales.

Los agentes dieron alcance a los criminales en la avenida Huayacán con Fonatur. Tras el intercambio de disparos entre ambos bandos, un policía federal y un sicario resultaron lesionados.

El 16 de marzo de 2013, al salir de la discoteca “Mandala”, en Cancún, Héctor Casique, “El Diablo”, fue detenido por policías municipales, acusado de pertenecer al Cártel del Golfo y de participar días antes en la múltiple ejecución en el bar “La Sirenita”.

Fue trasladado a los separos de la Policía Turística de ese destino, donde fue sometido por policías judiciales de Quintana Roo a una larga sesión de tortura de 30 horas, probada tras aplicársele el “Protocolo de Estambul”.
El 10 de marzo de 2014 fue liberado por primera ocasión mediante un amparo, en relación con el multihomicdio en el bar “La Sirenita”.

Sin embargo, fue reaprehendido cuando salía del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal y sometido a un nuevo proceso en el penal de Cancún, con las mismas acusaciones, pero con un nuevo testigo que resultó ser otro de los supuestos sicarios.

La familia de Casique Fernández mantuvo un intenso activismo para desmostar no sólo que no participó en el multihomicidio, sino que además fue víctima de tortura. (Fuente: Proceso)

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