Por Leslie Gordillo
CANCÚN, MX.- Con una inversión superior a los 43 millones de pesos se creó un nuevo atractivo dentro del parque Xel-Há, se trata de El Faro Mirador, que ofrecerá las vistas más espectaculares de la Riviera Maya, en un entorno completamente natural y que será inaugurado el 15 de julio, con lo que se inicia la temporada vacacional de verano.
El Faro Mirador, es un obra que emula un faro tradicional y cumplirá la función de ser un referente para la navegación marítima pero conceptualmente irá mucho más allá, ya que permitirá a los visitantes de Xel-Há ascender a una plataforma ubicada a 40 metros de altura para apreciar una vista incomparable de aquella maravilla natural, se informó mediante un comunicado.
Aunque la inversión en este nuevo atractivo supera los 43 millones de pesos, el arquitecto Miguel Quintana Pali (quien a lo largo de casi 30 años ha desarrollo conceptos turísticos únicos aprovechando la riqueza vegetal, geológica e hídrica de la Península de Yucatán) resaltó que lo importante es haber resuelto, con gran creatividad, cómo ofrecer un nuevo atractivo a Xel-Há, sin que pierda la esencia que le ha caracterizado en los últimos 23 años: ser una maravilla natural, el mejor lugar para practicar el snorkel, con servicios y alimentos de la mayor calidad.
El Faro cuenta con una perspectiva de la caleta de Xel-Há, un cuerpo de agua de más de 14 hectáreas que tiene una bocana de 70 metros frente al Mar Caribe, que se alimenta del agua dulce que proviene de ríos subterráneos, por un lado y, por otro, del agua salada y cálida de mar. Además, la vista de 360 grados desde las alturas permitirá a los visitantes apreciar más de 60 hectáreas de selva y el océano.
“A veces no necesitas levantar la mirada, para encontrar el cielo”, señaló Quintana Pali, recordando que el faro está diseñado para ofrecer experiencias inolvidables a sus visitantes, ya que bajar desde las alturas será de lo más divertido, pues contará con cuatro canales de descenso, a manera de resbaladilla, para que los turistas sientan la adrenalina de desprenderse, a gran velocidad, para terminar en un refrescante chapuzón.