La impericia y falta de oficio político de los operadores del ‘Gobierno del cambio’, volvió provocar que ‘una cosa buena’ termino pareciendo ‘mala’, y hasta ‘muy mala’.
Y es que el Gobierno estatal decidió designar a Priscila Sosa como rectora de la Universidad del Caribe, lo cual es todo un acierto no solo porque se trata de una ‘una persona de casa’, sino por la trayectoria y compromiso de la ahora Rectora con la comunidad cancunense.
Pero los operadores políticos del ‘Gobierno del cambio’ parece que andan como caballos de ciudad, que no ven el entorno y cuando toman decisiones es solo con una perspectiva muy estrecha.
De entrada, el cambio fue dos días después del escándalo el interior de la Unicaribe, cuando activistas ingresaron a una conferencia que ofrecía Felipe Calderón a jóvenes de ultraderecha del continente, en la que el ahora ex rector Tirso Ordaz Coral estaba en primera fila, y donde escoltas del ex Presidente golpearon a uno de los manifestantes, con la contemplación del ahora ex funcionario universitario.
Por si fuera poco, la información oficial del cambio omitió dos ‘detalles’: que Tirso Ordaz, desde hace cuatro meses, debió dejar el puesto, pero siguió de largo, y que la designación directa del rector por parte del Ejecutivo estatal es una nueva facultad que se determinó en el sexenio de Roberto Borge.
¿Tan complicado era esperarse unos ‘diítas’ y/o redactar un comunicado oficial completo y preciso?
Ya han pasado demasiados meses como para que el ‘Gobierno del cambio’ siga aún en etapa de aprendizaje.
