PLAYA DEL CARMEN, MX.- La falta de un marco legal adecuado y, principalmente, las deficiencias o incluso abierta complicidad de los juzgados familiares, hacen que cientos de menores sean sustraídos de sus hogares y alienados en contra de uno de sus progenitores, generando un daño emocional irreparable para todos los involucrados.
Así lo denunció Isela González, creadora del Colectivo AFAP (Asociación de Familias contra la Alienación Parental), quién ahora encabezará la formación de un grupo homólogo en Quintana Roo, estado que asegura es propicio para que se fuguen padres con hijos sin custodia asignada.
“La gran población flotante que existe hace fácil que alguien llegue escapando de la justicia y que no se le moleste”, explicó la activista, que en carne propia vivió la sustracción de su hijo hace cinco años, a quien apenas pudo ver este enero en una audiencia por 10 minutos.
Isela González mencionó que la alienación parental, entendido como tal enemista a un hijo con un progenitor, con base en calumnias que van formando recuerdos y experiencias paralelas en los menores impresionables, es un mal que trae consecuencias graves para el padre o madre, que vive la angustia de ser separado de su hijo, además de tener que emprender una larga y agotadora batalla legal. Sin embargo, el peor daño es para los infantes, que crecen creyéndose abandonados o con una mala imagen de un progenitor, lo que les genera baja autoestima, conductas destructivas, bajo rendimiento académico, depresión e incluso los puede orillar al suicidio.
“El reencuentro con la madre o padre también trae un choque con la realidad muy duro, que requiere de terapia para la reconciliación con una figura que aprendieron a odiar”, lamentó. “Pero incluso con este tratamiento quedan secuelas”.
Aunque la alienación parental está reconocida por la legislación federal, falta que se castigue penalmente. Actualmente, la mitad de los estados ya están legislando en esta materia.
“Desgraciadamente, sí un padre no tiene la custodia otorgada por el juez, la sustracción del menor por el otro progenitor no es un delito, aunque haya vivido con él toda la vida,” añadió.
Pero incluso contando con leyes, esto de poco sirve si los juzgados son negligentes o incluso cómplices en el tema. “Los jueces mismos fomentan esto. Son holgazanes; les da flojera lidiar con estos temas familiares”, acusó.
Por ese motivo, las víctimas de este fenómeno se han unido y ahora traen la asociación al estado.
Aunque no tiene estadísticas de Quintana Roo, en Jalisco llevan 850 casos y en Yucatán un menor es sustraído en promedio al día. (Noticaribe)