Aquella clásica del priismo jurásico de que “el que se mueve no sale en la foto”, parecería que aplica en el proceso para elegir al presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado.

Y es que los que eran los principales candidatos –por orden de antigüedad- Gustavo Adolfo del Rosal Ricalde y Verónica Gloria Acacio Trujillo, parece que ya quedaron en el camino.

Los dos, de entrada, tenían el problema de carecer del servicio civil de carrera en el poder judicial, pero, ademas, sus círculos políticos no eran del todo favorables. A Gustavo Adolfo del Rosal se le vinculó al ex gobernador Félix González y a Verónica Acacio con Joaquín Hendricks.

Pero en este proceso, que tiene como principal divisa que el Gobernador Carlos Joaquín se hizo a un lado, quien se excedió fue Verónica Acacio, que supuso que ya la había hecho en grande con el apoyo adicional del titular de Sefiplan, Juan Vergara.

Pero provocaría que el Gobernador quedara en el incómodo escenario en el que, si bien no tiene interferencia en el proceso, uno de sus subalternos terminaría siendo decisivo. Marcaría una influencia ilimitada de Juan Vergara.

Así las cosas, los que se perfilan son Luis Gabino Medina Burgos y José Antonio León Ruiz que, de entrada, cuentan con el servicio civil de carrera y cuyas trayectorias no están vinculadas al actual Gobernador.

Y si bien se trata de un proceso en el que participan directamente 11 magistrados, se trata de una decisión que afectará a cientos de miles.

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