Por Raúl Caraveo Toledo       @raulcaraveo

Pocos países han destrozado y prostituido tanto y tan rápido un sistema de partidos políticos como México, culpables somos absolutamente todos los ciudadanos, en el más desdichado de los casos por indiferencia, abstención o complacencia.

Los partidos políticos mexicanos gozan de los mayores desprestigios como instituciones serias, rompen con toda la lógica y teoría política; su única función es y ha sido la búsqueda del poder sin escrúpulos, una vez obtenido negocian su permanencia por encina de unos principios que nunca han respetado; políticos brincan de un partido a otro sin el menor rubor, traicionan, corrompen, se coaligan a la delincuencia, en fin.

Los legisladores que estos partidos producen son alfiles de grupos políticos para apoderarse de las cúpulas de los partidos, luego producen divisiones y subgrupos que se traicionan entre si y el circulo sigue indefinidamente. A las instituciones encargadas de los controles electorales las vician, corrompen, cooptan a su vez y avanzan en una suerte de cangrejos.

Naturalmente que nada importan los ciudadanos, la estabilidad, la seguridad, el buen gobierno o la paz social. Destrozan las instituciones creadas recientemente por sus mismos legisladores.

El INE (Instituto Nacional Electoral) actualmente ha entrado en una suerte de contradicciones insuperables a merced de los avances y retrocesos de los grupos en el poder; la ley no puede ser aplicada sin distinción; las últimas reformas electorales crearon tres leyes y le dieron mucho más atribuciones al INE, sin embargo en la realidad se muestra empantanado en la inacción, ineficacia y descalificaciones, perdió el reconocimiento ciudadano que obtuvo cuando dicho Instituto (IFE) fue ciudadanizado.

El costo de los partidos políticos en México –el financiamiento- es de los más altos y dada la baja participación se encarece notablemente, sin tomar en cuenta el dinero que fluye sin registro en las campañas políticas, para la compra del voto lo que es un ejercicio cotidiano, lo vimos recientemente en la elección de Enrique Peña Nieto con las tarjetas de la tienda Soriana y luego en las recientes elecciones del Estado de México.

Los Partidos políticos representan un pequeño ´porcentaje de ciudadanos, en 2014 94% de los 84.6 millones de mexicanos en el padrón electoral no es miembro de algún partido registrado, solo el 5.6% era miembro afiliado.

Para el próximo proceso electoral 2018 en el que se elegirá presidente de la República la situación de los partidos políticos no puede ser peor. Hoy cualquiera de los escenarios que surjan de la XXII Asamblea Nacional del PRI ésta semana vislumbra un desprendimiento, una división o conflictos; serán retirados –por orden presidencial- candados para permitir el surgimiento de un candidato sin militancia ni trayectoria dentro del partido, José Antonio Meade Kuribreña o Aurelio Nuño podría ser uno el favorito de EPN, aunque para los priistas son opciones aceptables Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, José Narro, Aurelio Nuño principalmente. De entrada la rebelión inició con la participación en la Asamblea de Ulises Ruiz ex gobernador de Oaxaca al mostrar inconformidad de la apertura de candados, lo que sigue se despejará en el transcurso de la semana.

El PAN no está en mejor condición, sus favoritos; Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle, Ernesto Rufo o Luis Ernesto Derbez de peor forma deberán enfrentar un encontronazo entre la esposa del expresidente Felipe Calderón cuestionado por sus métodos y un presidente nacional del partido que creció y fue multiplicando su soberbia para adueñarse de la candidatura panista desde la vieja tradición de madrugar las cápsulas promocionales para beneficio personal. El PAN enfrenta la triste realidad de ir en mancuerna con el PRD si desea alcanzar algunos puntos que lo hagan competitivo, o el desmoronamiento de la iniciativa del Frente Amplio Opositor, iniciativa que pretende cooptar ciudadanos ya que al fin nuestros decepcionantes partidos políticos se han dado cuenta que solos, por si mismos, no son capaces de alcanzar una victoria determinante.

El escenario de Morena por su novedad es interesante, muestra al único candidato muy fuerte y posicionado, pero, enfrentado a sus mismos errores de siempre; Andrés Manuel López Obrador está actuando con cautela, se sabe muy observado y auditado; puede convertir los desatinos del oficialismo en puntos porcentuales de aceptación, pero hay un gen en su interior que al buscar la confrontación simple lo entorpece, cae en sus mismos desatinos. Quizá le sea más benéfico a éste nivel de confrontaciones internas de todos los partidos políticos extremar la prudencia. MORENA el partido sigue siendo un proyecto exitoso en el breve tiempo, pero es un proyecto.

Olvidaba al PRD –si el Partido Verde del PAN- o lo que queda de sus corrientes cada día se desmorona más y no se le ve salvación, cumplió su ciclo y termina como comparsa carnavalesca.

México no merece la clase política que dirige los partidos políticos actualmente, ni siquiera es eficiente, ni aceptable el sistema de partidos que engendraron a lo largo de los últimos veinte años. El alto costo para México de su partidocracia maldita ha dado más negativos que positivos pero solo ha sido posible ante la presencia de medios de comunicación serviles, ciudadanos indiferentes y una clase empresarial complaciente; todo con el aderezo de la corrupción e impunidad.

 

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@raulcaraveo

*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX y Consejero electoral del IFE-INE de Quintana Roo de 2005 a 2015, ex asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Conalep Quintana Roo, escribe para www.sdpnoticias.com www.tmj.mx   www.gobernantes.com   www.revistadigitalqr.com.mx www.todoincluidolarevista.com www.noticaribe.com www.pedrocanche.com y en Chicago ce www.laprensaus.com

 

 

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