Por Gonzalo Zapata
TIHOSUCO, FELIPE CARRILLO PUERTO, MX.- Localizada a 228 kilómetros de Cancún, la comunidad de Tihosuco, en el municipio de Felipe Carillo Puerto, presume de una espectacular iglesia, además de ser uno de los primeros lugares del inicio de la guerra de castas hace 170 años.
También se puede decir, que hoy día, es una de las localidades de Quintana Roo que presenta un rezago importante en diversas áreas, empleo, salud, educación, sólo por mencionar algunas.
En su plaza principal se localiza un pequeño monumento a Jacinto Pat, que le da identidad a la misma población y a la iglesia del Niño Jesús, edificio que mantiene viva la historia del pueblo maya de la Península.
Al lado de la cancha de la plaza se encuentra un parador con parte de la historia de la comunidad y de la guerra de castas, se mantiene cerrado y sin poder usarse para el visitante extranjero o local que decide adentrarse a la historia de Quintana Roo.
Gran parte de la población de Tihosuco emigró hacia otras zonas del estado, incluso del país, en busca de mejores condiciones de vida. Una parte importante viajó a la zona norte, Cancún, Playa del Carmen y Tulum, principalmente.
Los pocos que se quedaron, lo hicieron para trabajar la tierra, misma que ante la falta de apoyos por parte de los tres órdenes de gobierno, subsiste como puede.
Tihosuco pertenece a la llamada Ruta de las Iglesias, a la que también forman parte los templos de Tepich, Xcabil, Huaymax, Sabán y Sacalaca.
Pese a lo emblemático que resulta la iglesia del Niño Jesús, principalmente porque el pueblo maya se reveló contra las costumbres españolas, ésta todavía mantiene las tradiciones del catolicismo, la comunión, el bautismo, el catecismo, entre otras.
Sin duda el edificio más importan de Tihosuco es el Templo del Santo Niño Jesús y su adyacente convento, la construcción de la iglesia terminó en el año de 1839 y se encuentra en la actualidad en ruinas, debido a que su fachada fue destruida por una explosión mediante la cual los mayas lograron ingresar a la iglesia en la insurrección de 1847 debido a que la población española se había refugiado en ella.
En la actualidad únicamente quedan restos de las paredes laterales, una pequeña parte de la fachada y un sector de la bóveda de cañón. El convento vecino fue transformado en cementerio y quedan apenas las paredes exteriores.
A la comunidad se puede ingresar por Valladolid, en Yucatán, o bien por el mismo municipio de Felipe Carrillo Puerto, aunque la primera ruta es más corta para los visitantes. (Noticaribe)