Y el perredismo quintanarroense no es a la excepción.
Solo que hay una variante. De acuerdo al tipo de elección, se puede estar en un bando o en otro.
Morena, como quedó demostrado, no tiene fuerza local, pero Andrés Manuel López Obrador es todo un fenómeno político en Quintana Roo. En contraste, el PRD-QR tiene más fuerza en lo estatal, que en lo nacional.
Destaca el caso de ‘Los Beristaín’ que tendrán a la senadora ‘Luzma’ en Morena, mientras que el síndico Juan Carlos y la diputada local, Laura, buscarán escalar algún puesto ‘superior’ en el PRD, es decir, en el Frente Amplio. Este sería el caso más emblemático, pero hay otras familias o grupos que también van quedando ‘divididos’ entre Morena y el PRD.
La cosa es poseer el ‘don de la ubicuidad’. Si se trata de una elección nacional, pues el camino es Morena, pero si es un proceso local, pues el PRD es la vía.
El detalle es que en 2018, se juntan las elecciones federales locales.
Morena se ve fuerte en la elección presidencial, pero en Quintana Roo hay un gobierno ‘aliancista’.
Tendríamos familias y grupos de perredistas divididos entre Morena y el Frente Amplio, pero unidos por un cargo de elección popular.