Por Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Era la mañana del 14 de septiembre de 2016, autoridades estatales y del municipio de Benito Juárez, encabezadas por Paul Carrillo de Cáceres, aguardaban la llegada del entonces gobernador del estado, Roberto Borge Angulo, quien como se había hecho costumbre, iba retrasado en su agenda de actividades públicas por más de dos horas.
Alumnos de nivel medio superior fueron “sacados” de sus aulas, sin el permiso de sus padres o tutores, para llevarlos a la inauguración de la obra más polémica de la pasada administración, el Auditorio del Bienestar, cuya construcción costó a los quitanarroenses 245 millones de pesos.
Para el arranque de actividades, el Auditorio del Bienestar fue sede de un partido amistoso entre veteranos de los equipos América y Cruz Azul, jugadores que prácticamente eran desconocidos para los jóvenes, que en su mayoría son nacidos en el 2001, mientras que las “leyendas” fueron activos durante la década de los 90.
El Auditorio del Bienestar se terminó de construir a principios de 2015, pero fue no era utilizado porque se detectó que no contaba con las medidas de seguridad necesarias para garantizar la tranquilidad de sus 12 mil espectadores.
Roberto Borge contaba los días para terminar su mandato, el 25 de septiembre, por lo que sin ser tomado en cuenta lo inseguro del lugar, se cortó el listón en la entrada principal del recinto, con las excesivas medidas de seguridad, que también caracterizaron al “borgismo”.
Sin palabras alusivas a la puesta en funcionamiento del inmueble, ni invitados especiales, sólo la entonces subsecretaria de Educación en la zona norte, Mildred Ávila Vera, Fernando Escamilla, secretario de Infraestructura y Transporte (Sintra), Paul Carrillo de Cáceres, presidente municipal de Benito Juárez y tres funcionarios más, se dio por inaugurado.
Posterior a ello, se dirigieron al lobby del lugar para develar una placa, en la que sólo se hizo mención que “los gobiernos de la República y del Estado de Quintana Roo inauguran el Auditorio del Bienestar, que contribuye a construir un México Próspero”, “sin dejar huella” ya que se omitieron los nombres de Beto Borge y Paul Carrillo, quienes acostumbraban sellar “sus obras y sus logros”.
Como punto final de la inauguración, las autoridades estatales y municipales ingresaron al recinto para ocupar un lugar en medio de los alumnos de bachillerato que se encontraban “disfrutando” del partido.
Auditorio inservible
En agosto de este año, casi un año después de su inauguración, el secretario de la Contraloría del Estado (Secoes), Rafael del Pozo Dergal, dio a conocer que se presentaron dos denuncias ante instancias federales, una por los sobrecostos para la edificación y la segunda por la mala planeación.
Señaló que luego de un peritaje por parte de Protección Civil, se determinó que el inmueble no es seguro para utilizarse en eventos masivos.
El Auditorio del Bienestar es una obra realizada por la empresa FDL Compañía Constructora S.A. de C.V., del estado de Nayarit, y es muy similar al Auditorio de la Gente de Tepic, cuyo costo fue 25 millones de pesos menos.
Edificio para el C5
A un año de su apertura, trascendió que el el Auditorio del Bienestar, y el que fuera el emblema de la administración borgista, será utilizado como sede del C5 (Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad) del estado de Quintana Roo.
De acuerdo con el plan de seguridad de la administración federal, en estos centros, con tecnología de punta, se coordinan las autoridades municipales, estatales y federales, para otorgar servicios de seguridad pública y de atención a emergencias oportunos.
Aunque no se ha precisado el inicio de este centro, se explicó que el C5 de Quintana Roo, en una primera etapa contará, con “tres anillos” de seguridad, y en los que se colocarán cámaras de seguridad en las entradas y salidas de Cancún y Chetumal, además de lectores de placas para detectar vehículos sospechosos. (Noticaribe)