Los funcionarios clausuraron en primera instancia la zona de ‘barra’ donde se distribuía el alcohol. Finalmente, se colocaron sellos en cada una de las puertas de acceso a la Plaza de Toros.
El recital, que duró aproximadamente dos horas –concluyó alrededor de las 23:30 horas-, no fue interrumpido por la situación, como una ‘cortesía’ por parte de las autoridades municipales a las personas que compraron su boleto.
Eduardo Mariscal de la Selva, titular de Fiscalización, indicó que estos hechos corrompieron el reglamento de la comuna.
“Hubo mucha venta de alcohol a menores de edad; en el momento que se encontró esta venta de alcohol a menores y que se estaba corrompiendo el reglamento municipal se pasó a la clausura de las barras, no se pasó a la clausura del evento ya que íbamos a afectar a todos los que compraron sus boletos”, señaló.
Y agregó “después de que se salgan –los asistentes- y acabe el evento, lógicamente se procederá a poner sellos en cada una de las puertas de la Plaza de Toros”.
Aclaró que la clausura al ‘coso de la Bonampak’ procedió no porque la administración haya cometido alguna falta, sino porque fue la sede de la presentación musical.
Expuso que los responsables son el apoderado legal, administrador y representante del evento.
“Esta clausura va no hacia la Plaza de Toros, sino hacia el apoderado legal, administrador y representante del evento del concierto Morat. Es por corrupción de menores y venta de alcohol a menores”, señaló.
Eduardo Mariscal sostuvo que busca protegerse la integridad física de los jóvenes y, por ello, no permitirá que se corrompan a los mismos.
Y es que el Artículo 500 del Bando de Policía y Gobierno del Municipio de Benito Juárez dice a la letra: “queda prohibida la venta, a menores de edad, de bebidas alcohólicas”.