Durante el ‘felixismo-borgismo’ se sofisticaron los métodos para hacer más ‘amigos’ a los dueños de los medios.
Del clásico convenio publicitario, se pasó a que los dueños de los medios se diversificarán en contratistas y concesionarios de obras y servicios del Gobierno del estado y ayuntamientos.
Una de estas empresas periodísticas está en el ojo del huracán, en el conflicto de la disposición final de la basura del municipio de Benito Juárez.
Esta ’empresa’ no cumplió y la administraciones del ‘cero a la izquierda’ de Paul Carrillo y la actual poco o nada se han aplicado para que la empresa cumpla con su parte.
Pero la empresa se niega a cumplir y ahora hace valer ‘su poder’ (junto con sus medios amigos) para aplacar por las malas a quien se ha atrevido a señalar que su concesión debe de ser revertida.
Y por si algo le faltara a Cancún, ahora también será rehén de medios que se metieron a concesionarios de servicios del gobierno.